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Alimentación

La razón por la que no debes poner el corcho a una botella de vino que está ya abierta

El vino es imprescindible en las mesas navideñas, y con tantas comidas y cenas, es común abrir varias botellas que no siempre se terminan. La solución más habitual es volver a colocar el corcho original, pensando que así se conserva mejor, pero este método podría no ser el más adecuado y podría incluso llegar a estropear el vino más rápidamente.

¿Por qué no usar el corcho?

Según una sumiller de la Cámara de Comercio de Madrid, el problema de volver a poner el corcho en una botella abierta es el exceso de oxígeno que queda atrapado dentro. Este oxígeno acelera el proceso de oxidación, haciendo que el vino pierda sus propiedades, como su sabor y aroma, en menos tiempo.

La experta sugiere una alternativa más eficaz: trasladar el vino sobrante a un tarro de cristal con tapa hermética. Este recipiente reduce el espacio entre el líquido y el aire, minimizando el contacto con el oxígeno. Una vez hecho esto, es fundamental guardar el tarro en la nevera, lo que ayudará a conservar el vino en buen estado durante más tiempo.

Cómo almacenar el vino en casa

Para quienes quieren conservar botellas sin abrir, lo ideal es contar con una vinoteca o una bodega acondicionada. En su defecto, se pueden almacenar en un lugar fresco, oscuro y sin corrientes de aire, como un sótano o una habitación orientada al norte. Es importante proteger el vino de cambios bruscos de temperatura y de la exposición a la luz solar.