Terapia de pareja Las claves para intentar superar los problemas de pareja tras las vacaciones
En septiembre aumenta el número de parejas que deciden poner fin a su matrimonio
Las vacaciones son el momento de compartir tiempo y espacio con nuestros seres queridos. Hijos y pareja se convierten, durante unos días, en compañeros de viaje y lo que se esperaba con tantas ganas puede resultar un infierno de convivencia. De hecho, según las estadísticas los divorcios aumentan en España en el mes de septiembre.
Acudir al psicólogo a terapia de pareja puede ayudar a superar las discusiones fruto de muchas horas de convivencia que sacan a la luz problemas que se han ido ocultando en la rutina del resto del año. Lucía Feito Crespo, especializada en Psicóloga General Sanitaria y Terapia familiar y de pareja aconseja acudir a terapia siempre que no se no logre solucionar un conflicto por sus propios medios: «Antes de quedarse atrapados en él, lo importante es acudir a un profesional que nos ayude a desarrollar ciertas estrategias que nos ayuden a resolver el conflicto o adaptarnos a una nueva situación, pues de lo contrario nos quedaremos atrapados en el problema y este cada vez será más grande», asegura Feito.
Qué esperar de la terapia de pareja
Según las psicóloga, generalmente los problemas más comunes que suelen ver en las parejas son de comunicación o dificultades en la organización y resolución de conflictos, problema de sexualidad o dificultades para adaptarse a una nueva etapa del ciclo vital, por ejemplo, nacimiento del primer hijo, adolescencia de los hijos, etc. También es bastante frecuente que las parejas acudan por infidelidad, o no tanto como pareja conyugal, sino como padres por problemas con los hijos o falta de acuerdo en la parentalidad.
Una vez tomada la decisión de acudir a terapia, ¿cómo es esa primera sesión? Según la experta, «generalmente sirve para conocer a ambos miembros de la pareja y explorar cómo se ha ido formando, cuál es su historia y cómo cada uno de ellos percibe el problema por el que acuden, puesto que es bastante común que ambos miembros no lo perciban de la misma manera o no tienen las mismas necesidades, uno de los principales retos es que ambos sientan que tienen un objetivo común por el que trabajar y deben estar de acuerdo con el problema a tratar o las necesidades que tienen tanto a nivel individual como de pareja».
Por lo tanto, la pareja deberá enfrentarse a preguntas del tipo: ¿cómo fueron los inicios de la relación?; ¿Qué les llamó la atención el uno del otro?; ¿Qué os gustaría conseguir de esta terapia?; ¿Cuál consideráis que es el problema que tenéis? o ¿Cómo de posible creéis que es superar los problemas que os traen aquí?, ¿Qué necesitarías para que vuestra relación funcione?.
Por otro lado, la psicóloga afirma que en la terapia «exploramos como se perciben: ¿qué te gusta de tu pareja y que no?, explorar también la historia del problema y cómo está afectando a sus vidas ¿Cuándo comenzó para cada uno de vosotros este problema?, ¿Cómo os está afectando?¿Consideráis que os afecta en otras áreas de vuestra vida como la familia, el trabajo, etc.?».
En algunas ocasiones no reconocer que hay un problema es la principal dificultad. ¿Cómo consigue un psicólogo destapar lo que pasa realmente?: «Uno de los aspectos más importantes y que determinará en gran parte la terapia es la relación que tenga el psicólogo y el paciente, lo que solemos denominar nosotros alianza terapéutica. Es fundamental que está relación este bien ajustada para que el paciente se sienta segura y pueda involucrarse en el proceso, pudiendo vencer ciertas «resistencias» que es frecuente y normal que aparezcan, por otro lado, la actitud del terapeuta es muy importante, en el sentido de no juzgar o cuestionar las creencias de este, no mantener una escucha activa, que se sienta recogido y comprendido emocionalmente, etc. Es muy importante que podamos aportar a nuestros pacientes experiencias relacionales muy sanas, para que ellos puedan confiar y abrirse a nosotros, sentirse comprendidos y poder enfrentarse a sus heridas emocionales».
Llegado al punto de acudir a terapia ¿hay alguna circunstancia que sea un bache insalvable en una relación?: «Consideramos que si la pareja reconoce y se involucra en el proceso terapéutico lo suficiente se puede salvar la relación sentimental. Si bien es cierto que muchas veces finalizar una relación es la solución antes de hacerse más daño. Esto no lo encontramos en situaciones muy extremas donde se han intentado todo y la relación sigue sin funcionar, hay un coste emocional muy elevado, o se están traspasando limites que no se deben, como faltas de respeto o discusiones muy violentas». Lucía Feito Crespo añade que «el objetivo de la terapia de pareja siempre va a ser analizar nuestra relación y buscar herramientas para fortalecer este vínculo, si esto no es así es importante saber decir adiós de la manera más sana posible y no hacerse daño innecesario. Hay situaciones en las que no hacemos terapia de pareja como maltrato o violencia, puesto que no está indicado».
En alguna ocasión solo uno de los dos miembros de la pareja está dispuesto a acudir a terapia, ¿es esto posible?: «No es fundamental que los dos acudan, pero si es lo más eficaz. Trabajando con ambos miembros de la pareja facilita mucho el proceso, y hace que ambos estén remando en la misma dirección. Nos ayuda a nosotros como psicólogos a poder evaluar qué es lo que no marcha bien y a ofrecer un planteamiento de trabajo común. No obstante, se puede trabajar de manera individual la relación de pareja, no sería una terapia de pareja, si una terapia individual en la que se ayudaría a uno de los miembros a poder gestionar mejor todo lo que está ocurriendo en su relación, y realizar los cambios necesarios para que no sufra tanto», concluye Feito Crespo.