Los test serológicos para la covid del CSICEFE

Coronavirus

Los test serológicos del CSIC se producirán en Sudáfrica

Permiten detectar con una fiabilidad cercana al 100 % si una persona posee anticuerpos contra el coronavirus

Los test serológicos de la COVID-19 que desarrolló el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se producirán en Sudáfrica por la empresa Biotech gracias a un acuerdo auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para facilitar que los medicamentos lleguen a países en vías de desarrollo.

El acuerdo ha sido posible gracias a la colaboración del CSIC, la empresa y la plataforma Medicine Patent Pool (MPP) creada por Naciones Unidas para facilitar que los medicamentos para combatir la COVID-19 lleguen a los países más pobres.

Los test serológicos desarrollados por investigadores del CSIC salieron al mercado en España en el otoño de 2020, producidos por la empresa española Immunostep, y permiten detectar con una fiabilidad cercana al 100 % si una persona posee anticuerpos contra el coronavirus, y si dichos anticuerpos provienen de la vacuna, o son consecuencia de haber estado en contacto con el virus.

El CSIC es el primer organismo de investigación del mundo que ofrece una licencia mundial de acceso abierto para una herramienta sanitaria relacionada con la covid, ha subrayado este organismo en una nota difundida hoy.

El pasado noviembre ya anunció la firma del acuerdo de licencia, que se enmarca en la iniciativa COVID-19 Technology Access Pool (C-TAP), creada por la OMS en mayo de 2020 para facilitar el acceso «oportuno, igualitario y asequible» a los productos sanitarios del coronavirus.

«Esta es la última etapa de un largo proyecto en el que la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC lleva trabajando desde que se inició la pandemia para que una de sus tecnologías COVID-19 llegue a todos los países que la necesiten», ha subrayado Javier Maira, responsable de Estrategia Comercial del CSIC.

«Los test se protegieron mediante patente, aprovechando que utilizaban una proteína no expuesta del virus, la proteasa, que no había sido utilizada nunca en diagnosis», ha precisado Maira, y ha detallado que posteriormente se demostró que el uso de esta proteína implicaba ventajas importantes en la utilidad de los test, ya que identificaban si los anticuerpos creados por el sistema inmunitario procedían de una infección del propio virus o de las vacunas.