Retiran varios lotes de un medicamento para la hipertensiónPixabay

Trombosis venosa profunda

Síntomas que pueden alertarte de una trombosis

En más de la mitad de casos de esta enfermedad se desconocen los factores riesgos que manifiestan su aparición

La obstrucción de una vena de la pierna por un coágulo se conoce como trombosis venosa profunda (TVP). Es habitual que esta se confunda con una lesión de músculo, ligamento o hueso pero su tratamiento difiere significativamente. De hecho, la recomendación de guardar reposo y la comprensión de la zona afectada para una lesión podría agravar el malestar si realmente se trata de una trombosis, especialmente al estar de pie.

Por ello, es necesario conocer los síntomas en el caso de sospechar que está desarrollando una trombosis venosa en la pierna y descubrir el riesgo de esta. Por lo general suelen aparecer en cuestión de días o incluso horas de forma repentina en la pierna o en el brazo.

Síntomas que pueden hacerte pensar que tienes una trombosis

Los principales síntomas que alertan de una trombosis son tres. Sentir dolor en la extremidad, percibir cierto hinchazón en la pierna o brazo afectado y el aumento de la temperatura en la zona dolorida. Existen algunos casos en los que el coágulo es muy pequeño y los síntomas no son apreciables, llegando incluso a desaparecer con el tiempo sin la necesidad de someterse a ningún tratamiento.

Sin embargo, también se puede detectar una trombosis venosa si la pierna afectada presenta un enrojecimiento intenso, si el dolor repentino empeora a lo largo del tiempo junto con la inflamación, si al tocar la pierna se nota una sensación de calor y dolor, si la tipología de la piel cambia llegando a ser más dura de lo normal o si las venas de estas se dilatan y son visibles fácilmente.

En el caso de sospecha de una trombosis se debe acudir al hospital para recibir un tratamiento adecuado en el caso de identificarse esta enfermedad. Además, los coágulos pueden llegar a movilizarse y afectar zonas esenciales como el cerebro o el pulmón. Algunas pruebas de diagnóstico son la ecografía, la angiografía o la tomografía computarizada las cuales permiten detectar el coágulo y su localización. Los médicos suelen también ordenar un análisis de sangre (D-dímero) para confirmar o descartar la existencia de trombosis.

¿Qué casos presentan mayor riesgo de tener una trombosis profunda?

Aquellos individuos que corren mayor riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda son los pacientes que hayan sufrido una anteriormente, aquellos mayores de 64 años, embarazadas durante o después del parto, los pacientes de cáncer u otras enfermedades que puedan causar que la sangre se haga más viscosa o la de Behcet. También hay mayor posibilidad de tener trombosis en el caso de diabetes, parálisis de miembros, infarto agudo de miocardio, ACV, insuficiencia cardíaca congestiva o enfermedad pulmonar.

En el caso de haber sufrido un accidente grave con grandes heridas musculares y fractura de huesos o haber pasado por una cirugía de más de una hora se ha de estar pendiente de los síntomas hasta un mes después de esta, especialmente si la cirugía fue de artroplastia en la rodilla o cadera. Por último, si se da el caso de haber tenido que quedarte encamado por más de tres meses existe un mayor riesgo de desarrollar un coágulo.

La toma de hormonas, como son las píldoras anticonceptivas pueden interferir con la viscosidad de la sangre y por tanto, favorecer la formación de un coágulo. ¿Y aquellos afectados por el COVID-19? Algunos estudios confirmar que el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda o embolia pulmonar aumenta, especialmente en aquellos casos graves.

Por otro lado, la vacuna contra el virus puede aumentar ligeramente el riesgo de desarrollar coágulos y, por consecuencia, provocar trombosis. De todas formas, se trata de una tasa mínima de tan solo 1 persona por cada 175 mil. Las vacunas que presentaron mayores casos fueron aquellas constituidas de adenovirus como la AstraZeneca y la Janssen.