Los ronquidos no son más que un sonido fuerte que se produce cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la gargantaGTRES

Siete sencillos trucos para no roncar (tanto)

Este molesto sonido nocturno se produce por varios factores y, aunque nadie haya dado con la solución mágica, existen consejos para mitigarlo

Aunque uno no suele escucharse a sí mismo por las noches, es habitual que los compañeros de cama, habitación o piso nos alerten de que roncamos mientras dormimos. Se estima que alrededor de un 40 % de los hombres y un 20 % de las mujeres producen este sonido nocturno.

Los ronquidos, según la Clínica Mayo, no son más que un sonido fuerte que se produce cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la garganta y hace que vibren mientras se respira.

Según Javier Pérez Castells, catedrático de Química Orgánica y Farmacéutica, la producción de este sonido depende de varios factores. La constitución de la garganta de cada uno y el sobrepeso están relacionados con nuestro cuerpo. Otro es la posición en la que se duerme: el ronquido será más probable si dormimos boca arriba, mientras que si lo hacemos de lado podremos evitarlo. El consumo de alcohol también influye a la hora de hacer este molesto ruido nocturno, ya que contribuye a relajar los músculos.

Aunque en general no supone mayor problema que el de molestar a la pareja, puede ser un síntoma de apnea del sueño. Esto es un trastorno en el que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces durante el sueño y que puede derivar incluso en problemas cardíacos.

Consejos para evitarlo

Aunque nadie haya dado todavía con la tecla definitiva, existen una serie de consejos que pueden ayudar a que nuestros ronquidos disminuyan:

  • Dormir con la cabeza un poco alta, con dos almohadas para elevar la cabeza unos 45 grados.
  • Evitar ponerse boca arriba y optar por una postura de costado.
  • Instalar un humidificador para mantener un clima óptimo en el dormitorio, que no sea ni muy seco ni muy húmedo.
  • Utilizar productos antirronquidos, como tiras para la nariz, espráis o aparatos para los dientes.
  • No beber alcohol antes de dormir.
  • Bajar de peso, ya que a mayor peso más se roncará.
  • Dejar de fumar, puesto que el tabaco daña las vías respiratorias y obstruye el paso del aire.

El profesor Pérez Castells también recomienda realizar ejercicios con la lengua para fortalecerla y evitar así que se vaya para atrás y produzca el ronquido. Como cualquier otro músculo, se pueden realizar sencillas actividades con ella.

Es probable que siguiendo estos consejos se consiga disminuir la frecuencia o la intensidad de los ronquidos, pero ya decimos que ningún método ha supuesto una cura definitiva. Si persiste, una buena recomendación para la pareja, si la hubiera, es la compra de unos buenos tapones.