Qué es el 'síndrome del corazón roto' y cómo diferenciarlo de un infarto
En ambos problemas cardiacos los síntomas son los mismos
Que te rompan el corazón no solo es una forma poética de hablar, de hecho, el 'síndrome del corazón roto' existe y está asociado al intenso dolor emocional y físico que se siente ante una pérdida.
Descrito por primera vez en los años 90 en Japón, también se llama síndrome de Tako-Tsubo, o miocardiopatía inducida por estrés, y es una enfermedad rara que al principio solía confundirse con el infarto cardíaco mucho más común y peligroso.
Los pacientes llegan a urgencias con los síntomas característicos del infarto: dolor agudo en el pecho, un electrocardiograma con los cambios típicos y la liberación de aquellas enzimas asociadas a la cardiopatía habitual. Sin embargo, tan pronto como se realiza una coronariografía, para descubrir el lugar donde se formó la oclusión que impide que la sangre llegue al corazón, no se encuentra nada. En el infarto, esta oclusión provoca la muerte de varias células del corazón.
La 'enfermedad del corazón roto' afecta principalmente a mujeres en el período posmenopáusico, cuando ya no están protegidas por las hormonas estrógenos, y se asocia con un fuerte estrés emocional, como un duelo, en el 80 % de los casos. Esta es la razón por la que a menudo se asocia con un corazón roto.
El Departamento de Medicina Cardiovascular de la Universidad Católica-Policlínico Gemelli de Roma, identificó el mecanismo subyacente de esta peculiar patología. Uno de los responsables del estudio Filippo Crea, explica que «en el 80 % de los pacientes, los síntomas desaparecen espontáneamente al cabo de un par de semanas, sin dejar rastro mientras que en los demás casos el daño persiste. El hecho es que el daño que provoca este síndrome está en el corazón pero no en las coronarias».
Para realizar este análisis, el grupo liderado por Crea estudió durante un mes a quince mujeres con una edad media de 68 años. Gracias a este estudio, pudieron identificar por primera vez el mecanismo fisiopatológico de la enfermedad.
«Nos concentramos en la región apical del corazón», explica la primera autora Leda Galiuto, «porque esa es el área donde se localiza la disfunción. Debido a esto, el corazón adquiere la forma característica de un globo de aire, o, como los japoneses observaron: de una trampa local para pulpos. El Tako-Tsubo es, de hecho, el nombre de esta olla en japonés».
La hipótesis que desarrollaron los investigadores es que el mecanismo que influye en la disfunción reside en el espasmo de los pequeños vasos coronarios, la llamada microcirculación coronaria.
«Para probar nuestra hipótesis utilizamos la ecografía miocárdica de contraste, un método que fuimos pioneros y que nos permite estudiar la microcirculación coronaria de forma selectiva, segura y económica a pie de cama del paciente», explica la investigadora.
«La microcirculación juega un papel importante en las enfermedades cardiacas», añade Crea, «y la intensa vasoconstricción de estos pequeños vasos normalmente no se nota en una coronariografía».
Espasmo microvascular reversible
Los investigadores también demostraron que este espasmo microvascular es reversible y, una vez superada la fase aguda, también se resuelve la disfunción microvascular causante de los síntomas. «Por lo general, los pacientes no quedan con ningún daño, porque la disminución de la entrada de sangre es lo suficientemente grave como para evitar que el corazón se contraiga correctamente, y de ahí la forma de globo, pero no lo suficiente como para determinar la muerte de las células sanguíneas, que es lo que normalmente ocurre en un infarto», concluye Crea.