La causa del herpes zóster es el virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la varicelaGTRES

¿Qué es el herpes zóster? ¿Es contagioso? ¿Hay tratamiento?

Es posible que usted o un allegado haya sufrido recientemente un herpes zóster y es que, según el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII en los últimos años se ha producido un aumento de casos en España.

La causa del herpes zóster es el virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la varicela y en ambos casos prevenibles gracias a la vacunación. La varicela suele producirse en la infancia y existe una vacuna que se administra desde hace años en edad pediátrica.

El herpes zóster, surge porque el mismo virus que provocó la varicela se mantiene latente en el organismo, se reactiva y puede causar esta infección en la edad adulta, aunque la razón del desarrollo del herpes zóster no está clara. Puede deberse a una menor inmunidad a las infecciones a medida que se envejece.

El herpes zoster se caracteriza por una erupción cutánea dolorosa, y que en ocasiones puede complicarse con neuralgias prolongadas, la denominada neuralgia post-herpética, con encefalitis, neumonía, problemas auditivos y complicaciones oculares con pérdida temporal o permanente de visión.

Actualmente, la vacunación frente al herpes zóster en España está recomendada para colectivos de personas con debilitamiento del sistema inmunitario, concretamente las personas trasplantadas, las afectadas por el VIH y personas que reciben determinados fármacos para tratar enfermedades inflamatorias y cáncer. Además, dado el aumento de casos y los riesgos en personas mayores, se recomienda vacunar a las personas mayores de 65 años.

¿Se puede contagiar?

Una persona con herpes zóster puede trasmitir el virus de la varicela-zóster a cualquiera que no sea inmune a la varicela. Por lo general, se produce por el contacto directo con las llagas abiertas del sarpullido que causa el herpes zóster. No obstante, según la Clínica Mayo, una vez infectada, la persona tendrá varicela en lugar de herpes zóster.

Cuáles son los síntomas

  • Sensación de picor o dolor normalmente en el tronco.
  • Cuatro o cinco días después presenta un enrojecimiento de la piel en esa zona sobre el que brotan unas vesículas que se disponen agrupadas.
  • Durante esta fase las lesiones son altamente contagiosas pues el virus se encuentra dentro de las vesículas.
  • Al cabo de 7 a 10 días las lesiones se secan, formando unas costras pardo-amarillentas que se eliminan, dejando a veces una cicatriz residual.
  • Los territorios que más frecuentemente se afectan son el tronco, el muslo o la región ocular. Esta última presenta una mayor gravedad al existir el riesgo de formación de úlceras corneales que conduzcan a la ceguera.
  • En ocasiones, tras el episodio de herpes zoster puede persistir un dolor residual en esa localización que permanece durante días, meses e incluso años, denominándose neuralgia postherpética. (Fuente: Clínica Universitaria de Navarra)

¿Existe algún tratamiento?

El tratamiento del herpes zoster se realiza con fármacos antivirales por vía oral o intravenosa, pero no siempre es necesario tratarlo, ya que se resuelve espontáneamente en unos 7 días, según informan los expertos de la Clínica Universidad de Navarra.

El tratamiento se indica principalmente en pacientes inmunosuprimidos, por el riesgo de diseminación del virus a otros órganos. En estos pacientes es necesaria la utilización de la vía intravenosa para el tratamiento.

También está indicado el tratamiento con fármacos antivirales por vía oral en pacientes mayores de 50 años, para disminuir la posibilidad de desarrollar una neuralgia postherpética (brivudina, aciclovir, valaciclovir, famciclovir).

Es importante señalar que el tratamiento es eficaz si se comienza en las primeras 72 horas desde el inicio de las vesículas y que hay que evitar la sobreinfección de las lesiones mediante el uso de antisépticos tópicos.

La neuralgia postherpética, en caso de presentarse, puede ser tratada mediante analgésicos y, si no mejora, pueden utilizarse otros fármacos como antiepilépticos o antidepresivos.