Cuidado con la tensión, el calor intenso hace bajar la presión arterial
El calor hace que el corazón lata más rápido y que las arterias y las venas se dilaten
La tensión arterial o presión sanguínea es fundamental para que la sangre pueda circular por los vasos sanguíneos y llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos para mantener su actividad de manera correcta.
Con motivo del ascenso de las temperaturas en España, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) ha advertido sobre el riesgo que supone un calor intenso al buen funcionamiento del corazón.
El Dr. Julián Pérez-Villacastín explica: «El calor, si es muy intenso, hace que el corazón lata más rápido y que las arterias y las venas se dilaten, con lo que baja un poco la presión arterial. Entonces, los pacientes que tienen problemas de corazón y que están tomando medicamentos que dilatan las arterias, o diuréticos que hacen que se pierda líquido, pueden encontrarse más cansados y necesitar consulta médica si, por ejemplo, sudan mucho y se deshidratan». No obstante, el presidente de la SEC subraya que «lo habitual es que esto no suceda si uno no se expone a temperaturas muy elevadas».
Consejos ante la ola de calor:
- Seguir tomando la medicación como te haya pautado su médico y si te encuentras mal, acudir a consulta para ver si hay que regular la medicación.
- Intentar no exponerse en exceso al sol.
- No hacer ejercicio en horas de mucho calor.
- Mantenerse hidratado y comer alimentos frescos.
- Descansar adecuadamente.
- Evitar el tabaco, el consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
- Si vas a viajar elige el medio de transporte adecuado. Si vas en coche, es aconsejable hacer paradas cada 200 Km, para estirar las piernas; y si viajas en avión, tren o barco, es recomendable dar algunos paseos para evitar sufrir el síndrome de la clase turista.
Niveles normales de presión arterial
Presión arterial normal-alta. Las cifras de presión arterial sistólica (máxima) están entre 130-139 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80-89 mmHg. En personas diabéticas, los niveles superiores a 140/85 mmHg también se consideran altos.