Bebida Kombucha

Bebida KombuchaEuropa Press

Por qué los nutricionistas recomiendan beber kombucha

En los últimos años los científicos han analizado en profundidad los beneficios de las bebidas fermentadas. Un estudio reciente en Health benefits of fermented foods concluyó que los alimentos fermentados son fuentes naturales de una variedad de probióticos que desempeñan un papel en el apoyo a la salud intestinal.

El profesor de Microbiología Víctor Jiménez, explica que los procesos de fermentación son esenciales para la calidad y seguridad de muchos alimentos característicos de nuestra dieta, aportando diferentes beneficios a quienes los consumen: «La fermentación mejora la digestibilidad del alimento y habitualmente mejora sus características nutricionales, su vida útil y sus características organolépticas».

La fermentación está presente en multitud de alimentos y bebidas y un ejemplo de ello son la cerveza, el cava, el vino o la sidra pero en los últimos años la kombucha es la bebida fermentada de moda que a diferencia de las primeras no se considera una bebida alcohólica aunque contiene trazas de alcohol como consecuencia de la fermentación natural.

Qué es la kombucha

La kombucha es un té fermentado que tiene raíces que datan de hace casi 2.000 años en China. Se elabora a partir de té endulzado que ha sido fermentado por una colonia simbiótica de bacterias y levadura. El azúcar actúa como alimento para la levadura y las bacterias, impulsando la fermentación. El conjunto de estos microorganismos actúa sobre el té produciendo CO2, ácido acético y pequeñas cantidades de alcohol, dando lugar al particular y efervescente sabor de esta bebida. La mayoría de los kombuchas en el mercado tiene un contenido de alcohol inferior al 0.5% algo similar a lo que ocurre a la cerveza sin alcohol.

Beneficios de la Kombucha

Expertos en nutrición han confirmado la efectividad de la kombucha contra los efectos de la inflamación y su capacidad para prevenir, en compañía de hábitos saludables, las posibles enfermedades derivadas de esta, como es el caso de la artritis, la Enfermedad de Crohn o el Alzheimer, lo que convierten a esta bebida rica en probióticos «en el aliado perfecto para mantener una rutina diaria sana».

En este sentido, la nutricionista funcional Elena Garrido ha señalado a Europa Press que, en aquellos casos en los que no exista un desequilibrio patológico previo, la kombucha «ayuda al sistema inmunitario y a la absorción de nutrientes, nos protege de infecciones y enfermedades y evita que haya alguna proliferación excesiva de ciertos microorganismos que son oportunistas; como la cándida».

Estos efectos pueden producirse tanto a largo como a corto plazo, algo que, según Garrido, «depende de la cantidad de probióticos que tome el usuario», ya que, según ha indicado, «no es lo mismo» consumir una bebida poco saludable todos los días que una kombucha. En relación con la capacidad de cada usuario para notar efectos más o menos inmediatos, ha subrayado que «no es lo mismo una persona que tenga una situación básica de salud, y en algún momento presente algo de inflamación, que una persona que cuente con un problema de artritis», por lo que depende de cada caso.

En este sentido, la experta ha explicado que la kombucha posee una serie de propiedades concretas que se traducen en una alta cantidad de beneficios para la salud, produciéndose la mayoría de ellas gracias al proceso de fermentación, «que puede crear proteínas, aminoácidos, vitaminas, ácidos grasos esenciales y el rey de la corona, que son los probióticos». «Todas las sustancias que se pueden crear en este proceso ayudan con la detoxificación de alimentos y aportan mejoras a nivel hepático».

En lo respecto a la comparación entre los tés no fermentados y la kombucha, que sí cuenta con un proceso de fermentación, la nutricionista ha destacado que, «cuando fermentamos y producimos la kombucha se generan vitaminas del grupo B, vitaminas C, D, E, K, entre otros». «Al final, mediante este proceso, estamos añadiendo al cuerpo elementos que son ricos en enzimas», ha añadido.

En este sentido, los probióticos se convierten en «el gran diferenciador que conseguimos al fermentar», debido a su capacidad para «colonizar el intestino», provocando que podamos tener «una proporción adecuada de bacterias que nos proporcionan múltiples beneficios».

No obstante, la experta ha subrayado que para que estos beneficios sean reales es necesario que la kombucha siga sus procesos de elaboración naturales y no esté adulterada con conservantes artificiales ni añadidos azucarados como los refrescos convencionales. Esto se debe a que no todas las bebidas que se ofrecen como kombucha en el mercado cuentan con las mismas propiedades.

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