Parkinson

La prevalencia de la enfermedad de Parkison se ha duplicado en los últimos 25 añosPixabay

Los tres factores biológicos para diagnosticar el párkinson

La prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años

La enfermedad del Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso. En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 150.000 personas están afectadas por esta enfermedad que cada día aumenta con más rapidez.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló hace unos meses que la prevalencia de esta enfermedad se ha duplicado en los últimos 25 años y este aumento ha producido que, en estos años, también se haya duplicado la pérdida de años de vida ajustados por diagnóstico temprano.

Suele aparecer a partir de los 50 años pero puede afectar incluso a menores de esta edad. A pesar de estos avances, los médicos todavía diagnostican la enfermedad basándose en características clínicas, como la presencia de temblores y otros síntomas motores comunes.

Ahora, un equipo de investigación internacional dirigido por el Dr. Anthony Lang, neurólogo y científico principal del Krembil Brain Institute, ha propuesto un nuevo modelo para clasificar la enfermedad de Parkinson más allá de los síntomas motores: temblor; rigidez; bradicinesia (lentificación de los movimientos); inestabilidad postural y micrografía. Según los investigadores, este enfoque tradicional para diagnosticar la enfermedad no tiene en cuenta los complejos procesos biológicos en juego.

Determinantes biológicos

El Dr. Lang explica: «Sabemos que el párkinson existe en el cerebro durante una o dos décadas, o más, antes de que se presenten las manifestaciones clínicas. Por lo tanto, creemos que la investigación actual debe estar impulsada por los determinantes biológicos de la enfermedad, en lugar de descripciones clínicas limitadas de sus signos y síntomas». Y añade: «Necesitamos una forma radicalmente diferente de ver esta enfermedad».

En las últimas décadas, los investigadores han descubierto varios factores biológicos que subyacen. Los factores clave incluyen una acumulación de la proteína α-sinucleína en el cerebro, que conduce a la degeneración de las neuronas, y factores genéticos que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. También han comenzado a desarrollar métodos confiables para evaluar estos factores, llamados biomarcadores, en pacientes vivos.

En un artículo reciente publicado en Lancet Neurology, el equipo del Dr. Lang propuso un nuevo modelo de base biológica para clasificar la enfermedad del Parkinson, llamado SynNeurGe (pronunciado «sinergia»).

Factores biológicos

El modelo enfatiza las importantes interacciones entre tres factores biológicos que contribuyen a la enfermedad:

  1. Presencia de α-sinucleína patológica en el cerebro (S);
  2. Evidencia de neurodegeneración, que ocurre a medida que avanza la enfermedad (N);
  3. Presencia de variantes genéticas que causan o predisponen fuertemente a una persona a la enfermedad (G).

Según el equipo, este sistema de clasificación «SNG» explica mejor la heterogeneidad biológica de la enfermedad del Parkinson y las muchas formas en que la enfermedad puede presentarse en los pacientes. En consecuencia, el sistema podría ayudar a los investigadores a identificar subgrupos de pacientes que tienen procesos patológicos distintos y a desarrollar terapias modificadoras de la enfermedad clínicamente significativas.

«Necesitamos reconocer que el párkinson puede diferir dramáticamente entre pacientes. No nos enfrentamos a un único trastorno», explica el Dr. Lang. «Nuestro modelo proporciona una visión mucho más amplia y holística de la enfermedad y sus causas».

«Con este nuevo modelo, el Dr. Lang encabeza un esfuerzo internacional verdaderamente fundamental para redefinir la complejidad biológica de la enfermedad de Parkinson, lo que conducirá a una investigación más avanzada y racionalizada en esta área y, en última instancia, a una medicina de precisión para los pacientes», afirma el Dr. Jaideep Bains, codirector del Krembil Brain Institute de UHN.

El equipo confía en que esta nueva forma de observar la enfermedad del Parkinson ayudará a los investigadores a estudiar su base molecular, distinguirla de otras afecciones neurodegenerativas que comparten características biológicas comunes e identificar objetivos para nuevas terapias.

A pesar de estas posibles aplicaciones, el Dr. Lang advierte que el modelo está destinado únicamente a fines de investigación y no está listo para su aplicación inmediata en la clínica. Sin embargo, ya está generando esperanza entre los pacientes y la comunidad médica.

«La capacidad de personalizar los tratamientos mejora cuando se puede identificar exactamente lo que está sucediendo en un paciente específico como yo», dice Hugh Johnston, presidente fundador del Consejo Asesor de Pacientes con Trastornos del Movimiento en el Krembil Brain Institute de UHN, que actualmente vive con EP. «Esta nueva forma de pensar es lo que estábamos esperando. Es un punto de inflexión».

«Sin mirar la biología, no se pueden obtener respuestas. Y sin respuestas, no tendremos los avances tan necesarios en el Parkinson», afirma el Dr. Lang. «Este nuevo sistema de clasificación y el futuro proyecto de investigación que inspirará es una de las cosas más emocionantes en las que he trabajado en mi carrera».

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