El fármaco para el dolor que se usa como ansiolítico que preocupa a Europa

Aciryl, Gatica, Premax o Lyrica, son los nombres comerciales de la pregabalina, un grupo de medicamentos que se utilizan para el tratamiento de la epilepsia, dolor neuropático y del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) en adultos. La pregabalina fue aprobada por primera vez en 2004 y sus prescripción en los últimos años ha aumentado en toda Europa, según una investigación publicada en 2021.

Esta semana la alarma la ha lanzado Reino Unido. Una investigación de The Sunday Times, asegura que en los últimos cinco años casi 3.400 personas han muerto como consecuencia de la pregabalina, solo en 2022 las cifra ascendió hasta los 779, frente a nueve muertes una década antes.

Estas cifras han puesto de relieve los peligros potenciales de esta droga ampliamente recetada y han vuelto a poner el foco es una preocupación que lleva años sobre la mesa.

¿Qué es la pregabalina?

El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido explica que si bien sus mecanismos aún no se comprenden completamente, se cree que la pregabalina actúa reduciendo la actividad eléctrica anormal en el cerebro de los epilépticos y suprimiendo las sustancias químicas que inducen ansiedad y el dolor nervioso mediante el bloqueo de neurotransmisores específicos.

Los efectos secundarios enumerados incluyen dolores de cabeza, somnolencia, diarrea, cambios de humor, malestar, hinchazón de las extremidades, visión borrosa, dificultades para lograr una erección, problemas de memoria y aumento de peso. Las autoridades sanitarias señalan que estos efectos suelen ser «leves y desaparecen por sí solos», pero muchos a los que se les receta el medicamento afirman tener experiencias negativas sobre todo cuando se mezclan con opiáceos.

Qué pasa en España

Quizá sea la Lyrica la pregabalina más conocida en España y es que este anticonvulsivo que se recetó inicialmente para tratar la epilepsia, se está usando comúnmente para la ansiedad y el dolor nervioso. Sin embargo, según un estudio llevado a cabo en 2023 por el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra, es frecuente su utilización en indicaciones no autorizadas como dolor lumbar, fibromialgia, migraña, o síndrome de piernas inquietas, entre otras. Entre las conclusiones, los expertos aseguran que su uso no está exentos de riesgos, destacando el de depresión respiratoria al combinarlos con otros depresores del sistema nervioso central, la aparición de ideas de suicidio, el abuso y la adicción.

Riesgo de dificultades respiratorias

Un informe de diciembre de 2019 de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) ya advertía que los pacientes con factores de riesgo respiratorio que usan gabapentina o pregabalina podían sufrir graves dificultades respiratorias. Entre estos factores se incluían el uso de analgésicos opioides y otros medicamentos que deprimen el sistema nervioso central, y trastornos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que disminuye la función pulmonar. Además, los adultos mayores corren un riesgo más alto.

Glyn Lewis, profesor de epidemiología psiquiátrica en el University College de Londres asegura en un comunicado: «La pregabalina podría ser efectiva y útil para muchas personas, pero los pacientes deben seguir los consejos de su médico e informar cualquier efecto secundario que experimenten».