Cómo prevenir la dermatitis atópica, la otra ‘alergia’ que se dispara en primavera
En esta estación se intensifican los síntomas por los alérgenos estacionales
La primavera trae consigo no solo el despertar de la naturaleza sino también retos particulares para quienes padecen dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la sequedad extrema e irritación. En los últimos 30 años su incidencia se ha duplicado y ya es la segunda causa más frecuente de visita al dermatólogo. Además, es una de las enfermedades de la piel que más condiciona la vida de aquellas personas que la sufren.
Esta afección es común en los niños, de hecho afecta del 10 al 20 % de los pequeños españoles, pero pueden sufrirla los adultos. Los primeros síntomas se manifiestan en la piel, para posteriormente manifestarse en forma de rinitis o asma, o ambas a la vez, pudiendo coexistir lesiones cutáneas, según explican desde la Clínica Universidad de Navarra.
La primavera puede intensificar los síntomas de la dermatitis atópica debido a los alérgenos estacionales. Según explica Dra. Mª Reyes García, dermatóloga de Vithas Lleida, la primavera trae consigo un aumento notable en los niveles de polen y otros alérgenos en el aire, lo que «puede intensificar los brotes de dermatitis atópica, aumentando la sensación de picazón y la aparición de lesiones en la piel».
La dermatitis atópica se manifiesta a través de una intensa picazón que puede interrumpir el sueño y disminuir la calidad de vida de los pequeños. Las lesiones de la piel, que varían desde placas eczematosas hasta sequedad y rugosidad, pueden exacerbarse con la presencia aumentada de alérgenos durante la primavera. «Identificar prontamente estos síntomas y comenzar el tratamiento adecuado es crucial para mitigar el malestar y evitar exacerbaciones severas», subraya la Dra. García.
Prevenir la dermatitis
En esta época del año es vital adoptar estrategias para minimizar el impacto de los alérgenos estacionales en los niños con dermatitis atópica. Algunas recomendaciones de la Dra. García incluyen mantener la piel bien hidratada, usar ropa de algodón suave, evitar la exposición directa a alérgenos conocidos y consultar regularmente al dermatólogo para ajustar el tratamiento según sea necesario.
Rutina básica de tratamiento
Los profesionales sanitarios apuestan por un tratamiento multidisciplinario. La vicepresidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y jefa de Servicio de Dermatología en el H. Miguel Servet, Yolanda Gilaberte, explica: «En el tratamiento de la dermatitis atópica es muy importante una atención temprana de la patología ya que, en la mayoría de los casos, los primeros síntomas se dan en edades tempranas. Además, la condición de cronicidad de la patología requiere que los tratamientos sean a largo plazo, pero, sobre todo, seguros y eficaces».
Establecer una rutina básica de cuidado de la piel puede ayudar a prevenir los brotes de eccemas.
- Una buena prevención es clave para tratar la dermatitis atópica. Entre las medidas los expertos incluyen ropa de vestir amplia, preferiblemente de algodón o hilo.
- Evitar la exposición a temperaturas extremas. En general, evitar baños y duchas repetidas y, especialmente, el uso de detergentes.
- Son muy aconsejables los baños con jabones neutros o baños coloidales de avena y aceites dermatológicos. Usando pomadas, cremas o soluciones hidratantes y emolientes.
- En la fase aguda, puede ser necesario usar corticoesteroides por vía tópica u oral, siempre bajo supervisión médica.
- En el caso de los niños deben llevar las uñas bien cortas y limpias, para evitar el rascado y las sobreinfecciones en la piel.