Qué es y cómo saber si tengo Helicobacter pylori, la bacteria que vive escondida en el estómago
Esta bacteria que crece en el tubo digestivo está presente en más de la mitad de la población
El Helicobacter pylori, una bacteria que crece en el tubo digestivo, está presente en más de la mitad de la población mundial y es la causa frecuente de úlceras estomacales así como un factor de riesgo para el cáncer gástrico.
El Dr. Francisco José García Fernández, especialista de la Fundación Española de Aparato Digestivo, explica en un artículo que la infección se suele producir en la infancia y puede provocar vía fecal-oral o bien oral-oral.
El doctor afirma que «aunque la infección raramente se resuelve espontáneamente y suele persistir durante toda la vida, solo provoca síntomas en un porcentaje pequeño (10-25 %) de los infectados» y añade: «Una vez que se produce la infección gástrica, se desarrolla una respuesta inflamatoria en el estómago, provocando una gastritis crónica. Aunque como se ha indicado anteriormente solo un porcentaje pequeño de pacientes va a desarrollar síntomas a pesar de padecer esta gastritis. Parece que depende tanto de factores del huésped como de la cepa de HP que provoque la infección».
A veces los síntomas no son tan intensos y solo se manifiesta como molestias gástricas y malas digestiones, lo que se conoce como dispepsia funcional, que mejora en numerosas ocasiones tratando la infección por esta bacteria.
Síntomas
La gastritis crónica producida por la infección por la bacteria Helicobacter pylori puede asociarse o empeorar los síntomas de dispepsia, según afirma la doctora Susana Jimenez Contreras, como dolor o molestia en la parte media-alta del abdomen tras las comidas, distensión abdominal y pesadez postingesta, náuseas, etc.
Algunas personas desarrollan complicaciones tales como úlceras gástricas o duodenales. Las úlceras también pueden no tener síntomas; cuando los hay, los más frecuentes son:
- Dolor o molestia en la parte alta y central del abdomen, bajo en esternón
- Distensión
- Saciedad precoz
- Falta de apetito
- Náuseas y vómitos
- Oscurecimiento de las heces pudiendo llegar a ser negras como el alquitrán
- Las úlceras que sangran pueden causar anemia y cansancio.
Menos frecuentemente, la gastritis crónica puede producir cambios en el revestimiento o capa interna del estómago, como la gastritis atrófica o en casos muy excepcionales el cáncer de estómago. «Es muy poco frecuente desarrollar cáncer gástrico por una infección por Helicobacter pylori. Sin embargo, al ser la infección tan común, hay que tener en cuenta dicha posibilidad, estando indicado el tratamiento erradicador para esta bacteria en pacientes con familiares directos con cáncer gástrico», explica la digestóloga del Hospital Vithas Xanit Internacional, Benalmádena (Málaga).
Cómo se diagnostica
Expertos del Clinic de Barcelona explican que existen cuatro pruebas para el diagnóstico de la bacteria:
- Análisis de sangre: Permite obtener los anticuerpos generados por el organismo en contra de la bacteria. Si existe infección, éstos se podrán detectar.
- Prueba del aliento: H. pylori convierte la urea en CO2, que se detecta en la respiración, si existe infección. Esta prueba se realiza para confirmar el diagnóstico y, un mes después del tratamiento, para confirmar la erradicación de la bacteria.
- Prueba de las heces: Permite la detección de antígenos de la bacteria en las heces. Normalmente se realiza después del tratamiento para determinar si ha sido efectivo.
- Endoscopia: Prueba que permite examinar el esófago, el revestimiento del estómago y parte del intestino delgado. Permite observar si existen úlceras, linfoma MALT (un tipo de cáncer del sistema linfático asociado a mucosas) o cáncer.