El melanoma es un tumor cuyo origen está en unas células llamadas melanocitosGTRES

Día Mundial contra el Melanoma

Cómo saber si una mancha en la piel es un lunar o un melanoma

Los genes heredados desempeñan un papel importante en el riesgo de melanoma

La incidencia de melanoma cutáneo en España está al alza con una subida anual del 1,1 % en mujeres y del 1,2 % en hombres, según el informe elaborado por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) coincidiendo con el Día Mundial del Melanoma que se celebra este 23 de mayo,

El Dr. Iván Márquez Rodas explica en un artículo que el melanoma es un tumor cuyo origen está en unas células llamadas melanocitos. Estas células producen la melanina, que es el pigmento que da color a nuestra piel y que permite protegerla de los rayos ultravioleta: «Cuando los daños producidos por esta radiación superan a la capacidad que nuestro propio cuerpo tiene de repararlos, se producen mutaciones en estas células que hacen que pierdan el control de su proliferación. Si esta proliferación no es detenida por las propias células o si el sistema inmune no es capaz de detectarlas y destruirlas, entonces el melanoma aparece».

Tipos de cáncer de piel

La Asociación Española Contra el Cáncer clasifica los tipos de cáncer de piel en:

  • Carcinoma de células basales es la forma más frecuente de cáncer de piel siendo el 80-90 % de los carcinomas cutáneos. Prácticamente todos aparecen en áreas del cuerpo expuestas al sol, sobre todo, en cara, orejas, cuero cabelludo, hombros y espalda. Se producen por crecimiento de las células basales que se sitúan en la capa más profunda de la epidermis (que es la capa más superficial de la piel). Son muy comunes, pero también suelen ser muy tratables y no tiene capacidad de dar metástasis, aunque puede ser invasivo localmente por su crecimiento lento pero progresivo.
  • El carcinoma de células escamosas o espinocelular, o también llamado epidermoide, es el segundo cáncer de piel más frecuente. Se producen por crecimiento anómalo de las células escamosas, los queratinocitos, que conforman casi toda la capa más exterior de la piel. Tienen el aspecto de heridas con costra y bordes sobreelevados que sangran fácilmente. Es un tumor con capacidad para dar metástasis, sobre todo a nivel ganglionar, pero esto es infrecuente y solo ocurre en casos muy avanzados.
  • El melanoma es un tumor mucho menos frecuente que los otros tipos de cáncer de piel, pero su comportamiento es más agresivo, por lo que es más probable que pueda invadir el tejido sano que lo rodea y se pueda diseminar a otras partes del cuerpo.

Factores genéticos

Según, la American Cancer Society se han encontrado muchos factores de riesgo para desarrollar un melanoma y el factor genético cobra fuerza. Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology, afirma que hasta uno de cada siete pacientes con melanoma está genéticamente predispuesto a la enfermedad, lo que sugiere que los antecedentes familiares pueden ser un factor de riesgo mayor que la exposición al sol en algunos casos.

¿Lunar o cáncer de piel?

Una de las mejores formas de evaluar si un lunar puede ser un melanoma, es observando sus características mediante una regla conocida como ABCDE, por lo que se recomienda acudir al dermatólogo en caso de que la mancha tenga dos o más de las siguientes características:

A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no corresponde a la otra mitad.

B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos.

C de Color: el color no es uniforme y pudiera incluir sombras diferentes de color marrón o negras, o algunas veces con manchas rosadas, rojas, azules o blancas.

D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz), aunque los melanomas algunas veces pueden ser más pequeños que esto.

E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar están cambiando.

Tipos de lunares y manchasQuironsalud

Recomendaciones

Los médicos recuerdan que para reducir el riesgo de desarrollar un melanoma cutáneo, más allá de la predisposición genética, se deben evitar las quemaduras solares así como una exposición excesiva al sol, especialmente en niños y en horas centrales del día. Además, se recomienda proteger el cuerpo con ropa adecuada y gafas de sol, utilizar fotoprotectores solares y no usar cabinas de bronceado.

No hay que olvidar asimismo explorar con frecuencia la piel y prestar especial atención a la aparición de nuevos lunares o cambios en el tamaño, forma o color de lunares ya existentes. Y, si en la familia hay antecedentes de melanoma o tiene muchos lunares, conviene considerar realizar revisiones dermatológicas de forma periódica.