Una doctora mide a una niñaGTRES

¿Cuánto crecen las niñas después de su primera menstruación?

La edad media de la primera menstruación son los 13 años

Existe un momento clave en el desarrollo de las niñas que viene marcado por el inicio de la menstruación que sucede alrededor de los 13 años. En ese momento el cuerpo sufre una serie de cambios hormonales, que son los responsables de que se inicien la transformación física y también psicológica.

Un mito que con frecuencia se ha dado como cierto es que con la menarquía o primera regla se detenía el crecimiento y la altura de la niña estaba condicionada a esos cambios hormonales lo que implicaba que, si ésta llegaba pronto, las niñas tendrían menos talla. Por el contrario, las niñas que tenían su primer sangrado más tarde serían más altas. Desterrado este mito, lo que sí sostenía la ciencia era que, aunque las niñas después de su primera regla, sí continúan creciendo este podía ralentizarse.

Un nuevo estudio de la Universidad de Gotemburgo, publicado en la revista Frontiers in Pediatrics, ha investigado precisamente cómo el momento de la primera menstruación se relaciona con el crecimiento en altura posterior en las niñas y los factores detrás de ello. Entre las conclusiones, los investigadores sostienen que la aparición temprana de la menstruación va seguida de un mayor crecimiento en altura y viceversa.

El estudio incluyó a 793 mujeres a las que se hizo un seguimiento desde el nacimiento, la infancia, la pubertad y la edad adulta. También se incluyen datos sobre la altura de los padres.

La edad media de la primera menstruación fue de 13 años, con un rango de edad de 8,2 a 17,2 años. Después de su primera menstruación, las niñas crecieron una media de 8 centímetros que eran niveles esperados.

Sin embargo, el rango fue sorprendentemente amplio: de 0,2 a 31,1 centímetros de crecimiento en altura. De las participantes, solo una de cada dos creció entre 6 y 8 centímetros, lo que a menudo se considera un crecimiento en altura normal después del primer período.

El estudio refuerza la idea de que la aparición temprana de la menstruación va seguida de un mayor crecimiento en altura y viceversa. La aparición de la menstruación antes de los 12 años fue seguida de un crecimiento en la mediana de casi 13 centímetros. En el caso de las participantes del estudio que tuvieron su primer período después de poco más de 14 años de edad, el crecimiento correspondiente fue de unos 3 centímetros.

«Esta variación en el crecimiento después de la menstruación y hasta la altura final es mucho mayor de lo que habían demostrado estudios anteriores. Las variaciones dependen en gran medida de cuándo les llega la regla. Hay una gran diferencia entre las que tienen la regla antes y las que la tienen más tarde», afirma Jenni Gårdstedt Berghog, médica de la clínica de salud de la mujer del Hospital Halland de Halmstad y una de las autoras principales.

El estudio confirma que el IMC infantil también influye. Tanto el IMC infantil bajo como la estatura de los padres pueden estar asociados por separado a un inicio tardío de la menstruación. Un IMC infantil alto, que de por sí impulsa el crecimiento en altura del niño, se acompaña de un inicio más temprano de la menstruación y de una menor estatura final. Todo se mide a nivel de grupo y las variaciones son muy grandes.

Variaciones inesperadamente grandes

El investigador principal del estudio, Anton Holmgren, explica: «Existe la creencia generalizada de que las niñas crecen entre 6 y 8 centímetros después de su primera menstruación, algo que se les enseña incluso a los estudiantes de medicina» y añade: «Con este estudio, demostramos que existe una gran variación y que las que entran en la pubertad de forma temprana y tienen su primera menstruación antes crecen significativamente más de lo que se creía anteriormente, y que las que tardan en tener su primera menstruación no crecen tanto más».

«Aumentar el conocimiento en este ámbito es positivo, incluso si no está relacionado con ninguna enfermedad. La forma en que crecemos, cuándo llega la pubertad y si nos volvemos altos o bajos, es algo con lo que todas las personas tenemos una relación», concluye Anton Holmgren.