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Día Mundial contra el Cáncer de Mama

Cáncer de mama: ¿por qué está aumentando en mujeres premenopáusicas?

En España, aproximadamente el 30 % de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama

Según los últimos datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama. En España, aproximadamente el 30 % de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama, siendo este el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón, según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer (IARC).

La Dra. Sara Cristina González, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Luz, destaca el aumento del número de casos en mujeres premenopáusicas. El cáncer de mama, actualmente el más frecuente entre las mujeres, sigue siendo la segunda causa de muerte por cáncer en el sexo femenino, solo superado por el cáncer de pulmón.

En los últimos meses, la comunidad médica ha percibido un incremento en los casos de cáncer de mama en mujeres menores de 50 años. Esta percepción ha sido respaldada por estudios epidemiológicos recientes, que confirman que a partir de 2016 ha habido un crecimiento anual del 1,1 % en la incidencia de esta enfermedad en mujeres jóvenes. Además, los resultados revelan que el aumento se ha centrado específicamente en tumores hormonales, en particular aquellos con receptores de estrógenos positivos.

Según la Dra. Sara González, tradicionalmente, el cáncer de mama en mujeres premenopáusicas se ha asociado más frecuentemente con tumores de tipo triple negativo, que suelen ser más agresivos y con opciones terapéuticas más limitadas. «Sin embargo, el reciente auge de los tumores hormonales en mujeres jóvenes ha generado nuevas hipótesis y líneas de investigación que sugieren una serie de factores desencadenantes», señala la oncóloga.

Factores de riesgo

En este sentido, la doctora destaca que los principales factores de riesgo identificados están relacionados con cambios en los estilos de vida y patrones reproductivos de la sociedad actual. Entre ellos se encuentran la tendencia a retrasar la maternidad y el descenso de la natalidad, que se relacionan con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.

«El desplazamiento de la edad del primer embarazo hacia edades más avanzadas y la nuliparidad (no haber tenido hijos) están asociados a un aumento de riesgo. Esto se debe a que la maduración completa de las glándulas mamarias se da durante la lactancia, y cuando esto ocurre a partir de los 35 años, las probabilidades de desarrollar cáncer de mama aumentan», explica la doctora.

Asimismo, se están evaluando otros factores como los hábitos alimenticios, el consumo de alcohol y el incremento del índice de masa corporal (obesidad) en mujeres jóvenes. «Aunque históricamente la obesidad se había considerado un factor de riesgo predominante en mujeres postmenopáusicas, ahora se están llevando a cabo estudios para determinar su relación con el desarrollo del cáncer de mama en edades más tempranas», apunta la Dra. González.

Si bien es cierto que el número de casos ha aumentado, la buena noticia es que la mortalidad ha disminuido de manera significativa. Desde 1989 hasta 2021, la tasa de mortalidad por cáncer de mama ha disminuido en un 42%, con un descenso anual del 1%. De acuerdo a la Dra. Sara González, esta reducción se atribuye en gran medida a las mejoras en las técnicas diagnósticas, la implementación de nuevas estrategias terapéuticas y la aparición de biomarcadores específicos que permiten personalizar el tratamiento de cada paciente.

«Hemos avanzado considerablemente en el diagnóstico temprano y la personalización de los tratamientos. Ahora podemos identificar subtipos específicos de tumores y ofrecer terapias dirigidas que han mejorado tanto las tasas de curación como los tiempos de supervivencia», asevera la especialista.

Avances en el tratamiento

La investigadora Eva González, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en una entrevista en la Fundación 'la Caixa' explica que «el tratamiento del cáncer de mama ha experimentado cambios drásticos durante los últimos años. Es probablemente el tumor donde se han hecho más avances gracias a toda la investigación y la inversión de conocimiento que se ha llevado a cabo. En los últimos años, hemos asistido a cambios fundamentales en su abordaje gracias a que ahora entendemos mucho mejor la enfermedad. Además, sabemos que el cáncer de mama no es una enfermedad única, sino que en realidad existen muchas distintas, cada una de ellas con una serie de características específicas».

Los investigadores aseguran que las tasas de supervivencia son notablemente elevadas, rondando el 85 % en aquellos casos en los que el tumor permanece localizado en la mama. Sin embargo, para las pacientes cuyo tumor se propaga más allá del tejido mamario y forma metástasis, el pronóstico se agrava de manera drástica.

Un fármaco esperanzador

Una nueva estrategia con un fármaco ya aprobado que opera como un 'caballo de Troya' ha demostrado eficacia para alargar la supervivencia en un espectro más amplio de pacientes con cáncer de mama metastásico en etapas más tempranas de la enfermedad. Son resultados de un ensayo clínico de fase 3 que han demostrado que el anticuerpo conjugado trastuzumab deruxtecan (T-DXd) mejora significativamente la supervivencia libre de progresión en comparación con la quimioterapia en pacientes con cáncer de mama metastásico RH+ y baja o muy baja expresión de la proteína HER2 (low/ultralow), previamente tratadas con terapia endocrina.

La ventaja es que se trata de un fármaco ya validado por la Agencia Europea de Medicamentos y que, recientemente, se ha aprobado su financiación por parte de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) para un tipo de pacientes y circunstancias.

Por qué aumenta el cáncer

Expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) explican que la incidencia del cáncer, incluyendo el cáncer de mama, ha experimentado durante los últimos años –y previsiblemente, continuará experimentando– un continuo crecimiento que puede explicarse por diversos factores además del aumento poblacional.

Entre ellos destacan el avance de las técnicas de detección temprana de los distintos tumores y el aumento de la esperanza de vida, ya que el envejecimiento es uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar cáncer debido a las posibilidades de presentar fallos en los mecanismos de reparación del ADN y a la acumulación en el tiempo de exposición a factores de riesgo.

En cuanto a los factores modificables que tienen que ver con los hábitos de vida de la población, resultan relevantes las tendencias actuales en cuanto a sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol, tendencia a vivir en lugares con una elevada contaminación u obesidad, entre otros.