Los cuatro consejos de las abuelas para envejecer bien
La experta española de la longevidad, Ana María Cuervo, apuesta por cuatro hábitos saludable
Retrasar el envejecimiento es uno de los principales retos a los que se enfrenta la ciencia. Investigadores de todo el mundo trabajan a diario para encontrar una cura para los distintos tipos de cánceres, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o para retrasar el alzhéimer y el párkinson, por citar algunos. Además, desde hace décadas los científicos estudian los mecanismos del envejecimiento para intentar revertirlo.
Una de las mayores especialistas del mundo en el estudio del envejecimiento humano, la española Ana María Cuervo, que desde 2001 investiga en la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York, explica que más allá de las investigaciones de laboratorio existen cuatro factores que contribuyen notablemente a un envejecimiento más saludable.
Esta bióloga celular barcelonesa y formada en la Universidad de Valencia (1966) ha explicado a EFE, con motivo del III Congreso Internacional de la Longevidad que, «a falta de una farmacopea adecuada» para retrasar el envejecimiento, ella apuesta por recurrir a los consejos «de nuestras abuelas».
Tras aclarar que antes de cualquier cambio de rutina hay que ir al médico de familia por ser quien sigue el azúcar, colesterol, tensión y otros parámetros de cada persona, ha enfatizado que para tener una mejor calidad de vida en una edad avanzada se pueden seguir, cuanto antes mejor, unos sencillos pasos empezando por una dieta equilibrada donde, sobre todo, «se espacien las horas de la comida».
Adiós al picoteo
«Nos pasamos la vida picoteando y así no es cómo se vivía antiguamente, ya que los hombres prehistóricos comían una vez a la semana, cuando mataban al mamut, y nosotros estamos comiendo continuamente», por lo cual el factor de la comida es «muy importante» para el envejecimiento tanto en el aspecto nutricional como de separar las comidas.
Dormir bien y hacer ejercicio
El segundo consejo es «dormir, que nunca le damos ningún valor», porque las horas de sueño es el momento en el que «el organismo se restaura cada día y cada vez acortamos más el tiempo», mientras que otro elemento necesario para envejecer más saludable es «el ejercicio moderado, tener una vida dinámica».
Interacciones sociales
El cuarto y último factor son las interacciones sociales, es decir, evitar una excesiva soledad en la vejez, por ejemplo, «cuando sales a andar, ir con un amigo o una amiga con el que puedas interaccionar y cambiar conversaciones».
Para la bióloga celular, esto último es «algo extremadamente importante». Aunque ha admitido que los científicos no lo estudian suficientemente a nivel experimental, ha subrayado que «para la población claro que tiene un efecto importante».
Cuervo ha sostenido que «estos cuatro pilares» mejoran la senescencia de manera que ayudan a ralentizar los factores que agravan el envejecimiento, y que hacen que se pierdan funcionalidades.
La científica ha valorado el papel que pueden desempeñar los medios de comunicación en la difusión pública de estas claves «para que la gente se informe de que sí, que es posible mejorar el estado de salud de las personas ancianas, sobre todo si actuamos de forma preventiva».
Cuervo ha sido una de las ponentes del congreso LWF, que se desarrolla en el palacio de congresos del Colegio de Médicos de Alicante y donde participan, entre otros, algunos de los máximos expertos en envejecimiento, como el especialista en terapia génica de la Unidad de Pittsburgh (Estados Unidos) Toren Finkel, el representante de la Sociedad Americana de Gerontología James Nelson y Stephen Harridge, del Kings's College de Londres.