La razón por la que no hay que hacer la cama nada mas levantarse
Una cama promedio podría albergar hasta 1,5 millones de ácaros de polvo doméstico
Hacerse la cama cada mañana no es solo un acto rutinario por mantener un orden doméstico. Lejos de lo que muchos piensan sobre la falta de sentido de hacer la cama por la mañana para deshacerla por la noche, los psicólogos sostienen que el orden del dormitorio suele ser un reflejo del orden en nuestra vida.
Diferentes estudios han concluido que aquellas personas que conviven en ambientes caóticos y desordenados cuentan con un mayor índice de cortisol, lo que redunda en un mayor estrés. Así pues, como sostiene el comandante William H. McRave en el libro Hazte la cama (Planeta) «hacer la cama me enseñó la importancia de empezar bien el día» y continúa diciendo: «Hacerlo de la manera correcta no era un motivo de elogio, sino algo que se esperaba de mí. Constituía la primera tarea del día y llevarla a cabo correctamente era importante. Era una demostración de disciplina», afirma el militar, que añade: «Denotaba atención a los detalles y, al final del día, sería un recordatorio de que había hecho algo bien, una tarea de la que podía enorgullecerme, sin importar lo pequeña que fuera».
Por qué hay que ventilar
Sin embargo, más allá de estas cuestiones existe una importante razón para no hacer la cama nada más levantarse. La ropa de cama puede llenarse fácilmente de células muertas que desprende nuestro cuerpo mientras dormimos y que son el principal alimento de lo ácaros.
El Dr. Stephen Pretlove, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Kingston, forma parte de un grupo de expertos que aconsejan dejar las camas sin hacer para desterrar los ácaros del polvo doméstico que causan asma y otras alergias.
Pretlove afirma que una cama promedio podría albergar hasta 1,5 millones de ácaros de polvo doméstico que se alimentan de escamas de piel humana, por lo que les encanta compartir nuestras camas. «Los alérgenos que producen se inhalan fácilmente durante el sueño y son una causa importante de enfermedades como el asma», dice Pretlove quien añade: «Sabemos que los ácaros sólo pueden sobrevivir tomando agua de la atmósfera utilizando pequeñas glándulas en el exterior de su cuerpo». «Algo tan sencillo como dejar una cama sin hacer puede eliminar la humedad de las sábanas y del colchón, de modo que los ácaros se deshidratarán y eventualmente morirán», concluye Dr. Stephen Pretlove.
Lavar la ropa de cama
Lisa Ackerley, doctora en salud ambiental, afirma que si no se lavan las sábanas semanalmente se podría correr el riesgo de contraer virus e infecciones graves. La doctora explica que «tenemos todo tipo de bacterias y hongos en nuestro cuerpo y la cama es un gran lugar para que se reproduzcan, especialmente si piensas en toda la humedad que se acumula mientras dormimos, la saliva, los fluidos y las células de la piel».
Así pues, como norma general los expertos recomiendan lavar la ropa de cama cada semana o alargarlo como mucho hasta dos semanas pero, ¿qué pasa con la funda de la almohada?
El Dr. King, dermatólogo y profesor en el Weill Medical College de la Universidad de Cornell, asegura que estas deberían lavarse dos o tres veces por semana: «Cuando te metes en la cama, contaminas la ropa de cama con células muertas de la piel (alrededor de 50 millones por día), sudor, maquillaje, lociones, cabello y cualquier otra cosa que hayas recogido durante el día, desde polen y caspa de mascotas hasta moho fúngico y partículas de suciedad a bacterias y partículas virales también», afirma en WellandGood y añade King: «Las células muertas de la piel y el sudor proporcionan alimento a los ácaros del polvo, atrayéndolos a tu cama y ayudándolos a multiplicarse».
Qué pasa si no hay higiene
Una de esas bacterias que puede propagarse en nuestras sábanas es Staphylococcus aureus, que se encuentra comúnmente en la piel humana o en la nariz de una persona sana así como en cortes y forúnculos de quienes padecen estas afecciones. Si estas bacterias ingresan al cuerpo, se pueden desarrollar enfermedades como infecciones de la piel y de las heridas, infecciones del tracto urinario, neumonía e infección del torrente sanguíneo.
Pero además de bacterias hay hongos o virus que se pueden acumular en las sábanas y causar infecciones. Una de las más frecuentes es el Pie de atleta o la Candida albicans que pueden depositarse en las sábanas y solo se eliminan mediante un lavado minucioso y regular de la ropa de cama.