¿Pueden estos productos y objetos de uso cotidiano aumentar el riesgo de cáncer? Esto es lo que dice Harvard

Las causas del cáncer están fuertemente influenciadas por los hábitos de vida, que son fundamentales a la hora de desarrollar determinadas enfermedades como la obesidad, las enfermedades cardiacas y el cáncer. Según explican desde la Asociación Española Contra el Cáncer, un 40 % se debe a la acción de agentes externos que actúan sobre el organismo, causando alteraciones en las células. Por el hecho de ser externos, son modificables: «La persona puede modificar sus hábitos, impidiendo que el organismo entre en contacto con estos agentes, como por ejemplo, evitando el consumo de tabaco, reduciendo las dosis de alcohol, haciendo ejercicio…», aseguran desde la asociación.

El profesor Timothy Rebbeck, del Instituto del Cáncer Dana-Farber, centro afiliado a la Universidad de Harvard, explica en una entrevista en Harvard Health Publishing objetos que usamos a diario que podrían estar implicados en el desarrollo de algún tipo de cáncer.

Sartenes y táperes

Algunas ollas, sartenes y otros utensilios de cocina están recubiertos con un químico sintético llamado politetrafluoroetileno, comúnmente conocido como teflón y uno de un grupo de químicos relacionados conocidos como sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, o PFAS.

En un estudio publicado en Environmental Science and Technology Letters, investigadores de la Universidad de Notre Dame, afirmaban que los recipientes de plástico de polietileno de alta densidad fluorado (HDPE), utilizados para productos de limpieza para el hogar, pesticidas, productos de cuidado personal y, potencialmente, envases de alimentos, dieron positivo en PFAS.

Los resultados mostraron que los PFAS eran capaces de migrar de los recipientes fluorados a los alimentos, lo que resultó en una ruta directa de exposición significativa a los químicos peligrosos, que se han relacionado con varios problemas de salud, incluidos el cáncer de próstata, riñón y testículo, bajo peso al nacer, inmunotoxicidad y enfermedad de la tiroides.

Sin embargo, Rebbeck explica: «No hay demasiadas pruebas de que los utensilios de cocina antiadherentes sean cancerígenos, pero algunos compuestos relacionados con el teflón en otras formas se han asociado con el cáncer».

Colchones

En el artículo los expertos afirman que «algunos fabricantes de colchones añaden retardantes de llama para evitar que se quemen o para retardar la propagación del fuego. Esto puede significar que el colchón está recubierto de sustancias químicas conocidas como compuestos orgánicos volátiles (COV)».

Según el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental algunas investigaciones sugieren que estos retardantes de llama pueden interferir con los niveles hormonales y pueden estar asociados con el cáncer.

A este respecto el profesor de Harvard afirma: «Los estudios epidemiológicos en personas son limitados y estos estudios ofrecen mensajes contradictorios o dicen que no tienen ningún efecto sobre el riesgo de cáncer», añade. «Pero, en cualquier caso, los efectos son realmente pequeños. Personalmente, no veo ninguna razón para que la gente cambie su comportamiento».

Productos de limpieza

Diferentes estudios han concluido que ciertos productos de limpieza y detergentes pueden contener sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos, que interfieren en las hormonas humanas y en los procesos reproductivos y biológicos que estas regulan. A este respecto Timothy Rebbeck también resta importancia a la capacidad de producir cáncer asegurando: «Nuestra capacidad para medir estas exposiciones relevantes es muy limitada, por lo que los estudios que realizamos en humanos no pueden estimar los riesgos con precisión. Creemos que si los efectos fueran lo suficientemente importantes, ya los habríamos observado, como ocurrió con el tabaquismo y el cáncer de pulmón».

Productos de cuidado personal

Algunos cosméticos, desodorantes o tintes para el pelo pueden contener sustancias químicas como parabenos o formaldehído.

En octubre de 2023, la FDA propuso prohibir el formaldehído en los alisadores del cabello, productos que se utilizan para alisar o alisar el cabello. La exposición repetida se ha relacionado con ciertos tipos de cáncer, según el Instituto Nacional del Cáncer.

El pasado 5 de julio la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificaban al talco como «posible cancerígeno» al relacionarse con el cáncer de ovario.

Sobre estos productos Rebbeck, asegura que «por lo que su exposición anterior todavía puede ser importante para su riesgo de cáncer, pero esas exposiciones realmente han cambiado».