El lupus es una enfermedad autoinmunitaria crónicaEP

El tratamiento contra el lupus que podría acabar con la medicación de por vida

La terapia con células CAR-T consigue remitir la enfermedad sin fármacos

El lupus es una enfermedad autoinmunitaria crónica causada por el ataque del propio sistema inmunitario que puede causar daños a cualquier órgano del cuerpo que afecta, aproximadamente a cinco millones de la población mundial, con una alta prevalencia en mujeres jóvenes.

La mayoría de pacientes sufren cansancio y pérdida de peso, entre otros síntomas, y a menudo aparecen otras manifestaciones, como dolor en las articulaciones, erupciones en la piel, complicaciones hematológicas o afectación renal.

Actualmente, no tiene cura, aunque se puede controlar con medicamentos capaces de regular el sistema inmunitario y frenar la inflamación, pero requiere la toma crónica de esta medicación y, además, como explican desde el SINC, en algunos casos no es efectiva.

Células CAR-T

La reciente llegada de nuevas terapias biológicas ha abierto nuevas vías de tratamiento que mejorarán la calidad de vida de los pacientes. Este es el caso de las células CAR-T.

Según un estudio, publicado en la revista Nature Medicine, se ha demostrado una remisión sin fármacos de hasta 17 meses tras este tratamiento en cinco pacientes con lupus eritematoso sistémico.

Los medios británicos publican hoy el éxito del tratamiento en el Reino Unido en tres pacientes que recibieron terapia con células T CAR mientras que en Alemania, según informa The Guardian, «los pacientes que recibieron el nuevo tratamiento ahora están en remisión y no necesitan tomar medicamentos contra el lupus».

Cómo actúan las células CAR-T

Para llegar a estos prometedores hallazgos, el equipo de investigación, liderado por Georg Schett, de la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania), trató a cinco pacientes (cuatro mujeres y un hombre) con lupus eritematoso sistémico resistente al tratamiento con células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR) anti-CD19.

Las células CAR-T se crean extrayendo algunos glóbulos blancos del paciente, incluidas las células T del sistema inmunitario, y alterándolas genéticamente en un laboratorio para producir receptores de antígenos quiméricos (CAR). Las modificaciones permiten que las células T tratadas reconozcan y destruyan los antígenos en la superficie de las células patógenas objetivo después de que se infundan nuevamente en el paciente.

En 2022, Schett y sus colegas publicaron el primer estudio sobre la terapia CAR-T para el lupus. A los tres meses, los cinco pacientes del estudio lograron una remisión sin fármacos, que se mantuvo hasta una media de ocho meses después de la infusión.

El estudio de seguimiento tuvo como objetivo saber si la remisión en pacientes tratados con células CAR-T CD19 podría mantenerse por más tiempo y si el agotamiento de las células B reduciría la eficacia de las vacunas, que actúan a través de las células B para impulsar la respuesta de anticuerpos. En este segundo estudio se incluyó a ocho pacientes. En junio de 2023 todos estaban en remisión.

Durante el seguimiento (entre 3 y 17 meses después del tratamiento), todos los pacientes habían experimentado una mejora de los síntomas, incluida la remisión de la afectación de órganos internos, así como la desaparición de los autoanticuerpos relacionados con la enfermedad, sin necesidad de seguir recibiendo terapias convencionales.

El equipo destaca que los efectos secundarios habituales asociados a la terapia con células CAR-T fueron leves (por ejemplo, fiebre) y no se observaron infecciones.

Limitaciones del tratamiento

Aunque los resultados son alentadores, los propios investigadores afirman que la terapia con células CAR-T tiene varias limitaciones graves, incluidas toxicidades potencialmente, como el síndrome de liberación de citocinas (CRS, tormenta de citocinas) y el síndrome de neurotoxicidad asociada a células efectoras inmunitarias (ICANS). También está el coste. En los Estados Unidos, una sola infusión de CAR-T cuesta entre 375.000 y 425.000 dólares. Estos precios no tienen en cuenta los costos asociados, que pueden ser considerables.