¿De dónde se obtiene el aceite de orujo de oliva? ¿Es bueno para la salud?
España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva, con una media de 120.000 toneladas anuales de las que exporta el 85 %. Este tipo de aceite se obtiene a partir del alperujo, un producto compuesto por los restos de aceituna, como huesos o pieles, que quedan tras extraer el aceite de oliva virgen. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es de peor calidad que su hermano mayor, el aceite de oliva. Sin embargo, es el recomendado para usar en las frituras porque aguanta más. Entonces surge la pregunta ¿es beneficioso usar aceite de orujo de oliva?
El aceite de orujo, que se caracteriza por su durabilidad, rentabilidad y sabor neutro, presenta una composición rica en ácido oleico y tiene compuestos bioactivos de alto interés nutricional. Además, un estudio en el que se comparaba el efecto del aceite de orujo de oliva con el aceite de girasol y el girasol alto oleico mostró cómo el consumo regular de aceite de orujo de oliva podía tener efectos positivos en la salud cardiovascular y en patologías asociadas, como la diabetes y la obesidad.
Beneficios
Los resultados obtenidos mostraron efectos positivos de un consumo regular de aceite de orujo de oliva frente a la enfermedad cardiovascular, tanto en el grupo de sujetos sanos como en el grupo de riesgo (voluntarios hipercolesterolémicos). Se observó una mejora del perfil lipídico en sangre en los sujetos gracias a un descenso de los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).
El consumo de aceite de orujo de oliva también disminuyó significativamente el perímetro de la cintura en los dos grupos analizados, un marcador esencial en la evaluación de los pacientes con obesidad por su asociación con un mayor riesgo cardiometabólico y mejoró los biomarcadores relacionados con la resistencia y la sensibilidad a la insulina.
En el caso del grupo de consumidores sanos, el beneficio de un consumo regular de aceite de orujo de oliva también se trasladó al marcador de estrés oxidativo, considerado como una condición fisiopatológica asociada a un mayor riesgo cardiovascular.
Respecto a la diabetes mellitus tipo 2, los resultados del estudio han evidenciado un descenso en los niveles de insulina y en el índice de resistencia a la insulina (HOMA-IR), asociados a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, mejorando, en cambio, la sensibilidad tisular a insulina, lo que podría implicar un menor riesgo de padecer diabetes.