
Las personas con niveles bajos de colesterol tienen un menor riesgo de desarrollar demencia
Descubren una nueva clave para proteger el cerebro del deterioro cognitivo
Niveles bajos de colesterol malo se relacionan con un menor riesgo de demencia
Un elevado porcentaje de la población española, concretamente el 20 % mayor de 18 años, presenta un nivel de colesterol superior a 250 mg/dl, un valor excesivo, según un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
El colesterol viaja por la sangre en proteínas llamadas lipoproteínas. El de baja densidad, o LDL por su sigla en inglés, es llamado colesterol malo. Un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de placa en las arterias. El colesterol de alta densidad, o HDL en inglés, en ocasiones se llama colesterol 'bueno', porque transporta el colesterol de otras partes del cuerpo de vuelta al hígado, donde se elimina.
Los expertos explican que el cuerpo necesita ciertas cantidades de colesterol para funcionar bien pero en cuanto hay demasiado en la sangre, este se puede pegar en las paredes de las arterias, estrechándolas o incluso bloqueándolas. Esto puede provocar la enfermedad de las arterias coronarias y otras enfermedades del corazón.
Colesterol y demencia
Si bien los beneficios de tener el LDL-C bajo en la prevención de enfermedades cardiovasculares son ampliamente reconocidos, su relación con la demencia ha sido menos estudiado, en especial el umbral por debajo del cual no se obtienen beneficios adicionales para la salud cognitiva.Ahora, un estudio publicado en el Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry revela que las personas con niveles bajos de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL-C) en la sangre tienen un menor riesgo de desarrollar demencia, incluida la asociada a la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores analizaron datos de once hospitales universitarios, centrándose en pacientes ambulatorios adultos sin diagnóstico previo de demencia, a quienes se hizo un seguimiento de, al menos, 180 días tras la medición de LDL-C. El análisis de los diagnósticos de demencia posteriores mostró que tener LDL-C por debajo de 1,8 mmol/L (<70 mg/dL) se asoció con una reducción del 26 % en el riesgo de demencia en general y del 28 % en el riesgo de demencia relacionada con el Alzheimer, en comparación con quienes tenían LDL-C por encima de 3,4 mmol/L (>130 mg/dL).
El efecto protector se fue diluyendo a medida que los niveles de LDL-C disminuían aún más. En personas con LDL-C inferior a 1,4 mmol/L (<55 mg/dL), la reducción del riesgo fue del 18 % tanto para la demencia en general como para la relacionada con el Alzheimer. Cuando el LDL-C descendió por debajo de 0,8 mmol/L (<30 mg/dL), el beneficio desapareció por completo.
El estudio concluye que los niveles bajos de colesterol están significativamente asociados con un menor riesgo de demencia
El uso de estatinas mostró un efecto protector adicional en quienes tenían niveles bajos de LDL-C. Entre aquellos con LDL-C inferior a 1,8 mmol/L (<70 mg/dL), el uso de estatinas se asoció con una reducción del 13 % en el riesgo de demencia en general y del 12 % en la demencia relacionada con el Alzheimer, en comparación con quienes no las tomaban.
Dieta para prevenir la demencia
Llevar una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y, a veces, tomar medicamentos pueden ayudar a reducir el colesterol alto y, por tanto, la demencia. Para conseguir controlar el colesterol, según la Fundación Española del Corazón, hay que basar la dieta en estos alimentos:
- Cinco raciones diarias de frutas y verduras: aportan antioxidantes.
- Cereales integrales (pan, pasta, arroz).
- Tres raciones semanales de legumbres, frutos secos (nueces, almendras) y aceite de oliva virgen.
- Al menos tres raciones a la semana de pescado azul –atún, sardina, boquerón o salmón–. Aportan ácidos grasos omega-3.
- Frutos secos (nueces, almendras).
- Aceite de oliva virgen: aporta los ácidos grasos monoinsaturados.