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La declaración excepcional de sequía afecta a diez unidades territoriales de escasez (UTE)

La declaración excepcional de sequía afecta a diez unidades territoriales de escasez (UTE)GTRES

Declarada la situación de sequía en el 80 % de la cuenca de Guadalquivir

Se ha iniciado el año hidrológico el 1 de octubre con un 17 por ciento menos de precipitaciones que en los últimos veinticinco años y con un 20 por ciento menos de aportación de agua a los embalses

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha declarado la «situación excepcional por sequía extraordinaria» en el 80 por ciento de esta cuenca, que se encuentra al 26,2 % de su capacidad de almacenamiento.

En una rueda de prensa, Páez también ha informado de que la junta de gobierno de la CHG ha acordado pedir al Ministerio de Transición Ecológica la promulgación de un real decreto ley para paliar los efectos de la sequía y ha explicado que la situación de la cuenca es «preocupante y compleja», aunque ha asegurado que el abastecimiento doméstico está garantizado durante dos años.

Para gestionar esta situación de sequía y la petición del decreto al Ministerio, previsiblemente a comienzos de 2022, se ha acordado constituir la comisión permanente de sequía, que estará integrada por cuatro jefes de unidad de la CHG y representantes de la Junta, de entidades locales, de regantes y otros usuarios, de sindicatos, empresarios y entidades medioambientales.

La declaración excepcional de sequía afecta a diez unidades territoriales de escasez (UTE) y un subsistema de las veintitrés de las que se compone la cuenca, lo que supone el 80 % de la reserva total.

Entre ellas destaca el Sistema de Regulación General, cuyos diecisiete embalses pueden albergar hasta 5.721 hm³, el 70 % de la capacidad de embalsado del Guadalquivir.

Las diez unidades que se encuentran en situación de emergencia a 1 de noviembre, en las provincias de Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada, son las siguientes: Guadiamar, Hoya de Guadix, Dañador, Sierra Boyera, Rumblar, Guadalentín, Guardal, Guadalmellato, Bembézar-Retortillo y el subsistema de las Vegas Altas de Granada, Cubillas-Colomera.

«Nuestra obligación es gestionar la realidad de la cuenca en la que viven 4,3 millones de personas, de 554 municipios y 890.000 hectáreas de regadío», ha manifestado el presidente de la CHG.

Esta declaración motivará la puesta en marcha de las medidas planificadas para la situación de emergencia, entre las que destacan las restricciones al uso industrial, la reserva de 400 hm³ para el abastecimiento en el conjunto de los embalses, la reserva de 100 hm³ para situaciones de emergencia con el objetivo de evitar una pérdida en los cultivos vulnerables y la intensificación de campañas de educación y concienciación del ahorro.

Además, los desembalses que se produzcan serán exclusivamente para el mantenimiento de los caudales ecológicos mientras se mantenga esta situación y ante la ausencia de precipitaciones.

Por su parte, el real decreto también puede contemplar medidas de infraestructuras y económicas y el objetivo será, según el presidente de la CHG, que sean «justas y equitativas para paliar los efectos de la sequía».

Estado de la cuenca

Esta decisión de declaración excepcional de sequía se ha adoptado tras analizar en la junta de gobierno la situación en la que se encuentra la cuenca. Esta ha iniciado el año hidrológico el 1 de octubre con un 17 por ciento menos de precipitaciones que en los últimos veinticinco años y con un 20 por ciento menos de aportación de agua a los embalses, una situación que se ha agravado en los últimos ocho años, en los que solo se han alcanzado valores medios en 2017/18.

Además, en octubre prácticamente no ha llovido y el mes ha acabado, incluidas las escasas lluvias del pasado fin de semana, con precipitaciones de 42 litros por metro cuadrados, cuando la media es de 71 litros.

Páez ha explicado que actualmente la situación es compleja para la próxima campaña de riego y ha insistido en que el abastecimiento humano está garantizado dos años, aunque ha precisado que podría haber problemas en los municipios que se surten de manantiales o de aguas subterráneas.

El 87 por ciento del consumo de agua de la cuenca corresponde al regadío agrícola, el 10 al abastecimiento doméstico y un 3 por ciento al uso industrial, ha apuntado el responsable de la CHG, quien ha valorado el compromiso de la mayoría de los regantes que han sufrido disminuciones de dotaciones máximas en los últimos años.

De hecho, ha señalado que «ahora no se puede regar en la cuenca del Guadalquivir» tras haber dispuesto en esta campaña de 965 hm3 de dotación para riego, que se ha cumplido «escrupulosamente».

Asimismo, Paéz ha destacado que la cuenca del Guadalquivir está muy expuesta a los efectos del cambio climático y lleva afectada por este fenómeno veinticinco años en forma de un 7 por ciento menos precipitaciones y un 20 por ciento menos aportaciones a los embalses en los últimos cuarenta años respecto a los cuarenta anteriores.

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