Las carencias de la guía alimentaria de Garzón: «Las recetas no están pensadas para las familias»

Este miércoles, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha presentado un recetario denominado Comida rápida, barata y saludable. Elaborado con una estética muy al estilo McDonald's, y acompañado de Marian García –más conocida como Boticaria García–, el ministro ha asegurado que la mayoría de la población está de acuerdo con esta forma de alimentación. 

El ministerio, que distribuirá aproximadamente 1.000 ejemplares físicos de la guía, ya ha subido una versión digital a la web del ministerio que ha generado no pocos comentarios. Entre las críticas que ha recibido están la falta de alimentos con proteína de origen animal, muy en la línea de lo que defendió Garzón hace solo unos meses: reducir la producción de carne para no generar emisiones de efecto invernadero, posición que fue muy criticada en su momento por el sector ganadero.

Garzón cree que la pedagogía es la clave para educar a una población y cambiar sus hábitos de consumo. En la presentación del libro, aclaró que «la ciudadanía necesita información para tomar las decisiones adecuadas», por esto cree en iniciativas como la del recetario.

Boticaria García, coautora de la guía, ha calificado el libro como «un arma para combatir el sobrepeso y la obesidad y plantarle cara al fast food» y ha comentado que ha encontrado en el Ministerio de Consumo «una institución que realmente quería pasar a la acción».

Consultada por este periódico, María Achón, directora del grado en Nutrición Humana y Dietética de la USP CEU, explica que «el libro está en línea con toda la agenda que propuesto la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto alimentación saludable y sostenible», aclarando que «se ajusta muy bien, ya que plantea recetas saludables, sencillas y baratas».

Comida pensada para adultos

Este libro se basa en el plato Harvard, una guía creada por la Universidad de Harvard que plantea una alimentación saludable con una gran cantidad de alimentos vegetales. «Esta guía distinta a la de nuestros hábitos alimentarios de dieta mediterránea, pero lo bueno en el ámbito de la alimentación es que ambas alternativas valen, son sanas y ayudan a determinadas personas», aclara a este periódico la doctora Achón.

«Las recetas no están pensadas para familias con distintos grupos de edad. A un niño estas recetas no le resultan apetecibles», a lo que añade la directora del grado que «quizás está mas diseñado para adultos o jóvenes que viven en pareja». Esto no pasa con la dieta mediterránea que siempre se ha utilizado en la alimentación española porque aúna todos los factores: es saludable, sostenible, para ella se utilizan alimentos locales, forman parte de la cultura de España y aportan vida social.