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En España ya se ha vacunado casi el 90 % de la población mayor de 12 añosEFE

Coronavirus

¿Busca el Gobierno la inmunidad de rebaño frente a ómicron?

El número de contagios no para de crecer y algunas voces apuntan a que se está buscando una infección masiva de la población

El número de contagios aumenta cada día y el Gobierno no parece muy interesado en aplicar medidas más drásticas. Los últimos datos de incidencia acumulada proporcionados por Sanidad son del pasado 30 de diciembre y ya se contabilizaban 1.775 casos por 100.000 habitantes, una cifra que podría aumentar después de las celebraciones de Nochevieja, que dejaron algunas estampas preocupantes en algunas ciudades. Así, son ya varias las voces que insinúan que el Ejecutivo parece estar buscando un contagio masivo que ponga fin a la pandemia.

El primer país en plantearse la idea fue Israel. Todos los expertos y organismos internacionales coinciden en que la variante ómicron, pese a ser más contagiosa, provoca síntomas más leves que delta; por ello, este país –que cuenta con el 65 % de la población vacunada– ya ha anunciado que está valorando aplicar un «modelo de contagio masivo» en lugar de aumentar las restricciones con el fin de lograr la ansiada inmunidad de rebaño.

Desde Europa se observa esta estrategia con interés pero cierto recelo, ya que fue la misma que siguió Suecia al inicio de la pandemia con escasos resultados positivos. Sin embargo, la situación respecto a esas primeras olas ha cambiado; actualmente, la mayoría de la población está vacunada y la presión hospitalaria está más o menos controlada.

Así, en España hay sospechas de que el Gobierno parece estar dispuesto a seguir esta estrategia. En contra del criterio de los técnicos de Sanidad, el Ejecutivo rechazó la cancelación de las celebraciones de Navidad y Nochevieja y redujo el número de días de aislamiento para los casos de positivo en vacunados. Y, a pesar de todas las propuestas de las CCAA, la conferencia de presidentes de hace una semana apenas se saldó con la obligatoriedad de las mascarillas en exteriores.

Por eso, el secretario general del sindicato de médicos AMYTS, Julián Ezquerra, aseguró en RNE que «las administraciones han tomado la decisión de dejar que la nueva variante infecte a la mayor parte de la población basándose en que las infecciones serán asintomáticas o leves y así, obtener esa ansiada inmunidad de rebaño».

«La estrategia que se ha decidido es la de la infección masiva y con ello buscar el fin de esta trágica pandemia que hemos vivido», añadió.

¿Qué es la inmunidad de rebaño?

La inmunidad de rebaño, también conocida como inmunidad de grupo o colectiva, se produce cuando un número suficiente de individuos están protegidos a una determinada infección y actúan como cortafuegos impidiendo la transmisión de la enfermedad a aquellos no inmunizados.

​Los investigadores del Departamento de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, Esperanza Gómez y José Antonio Ruiz, explicaban en un artículo publicado por la universidad madrileña que, en el caso del coronavirus, esta inmunidad de rebaño surge cuando más del 70 % de las personas están protegidas. No obstante, esta cifra varía en función del número reproductivo básico (R0) de la enfermedad, y este no se mantiene estable en todas las variantes del coronavirus.

Ya hace unos días, la investigadora Ana Treviño comentaba a Europa Press que «el virus está llevando a la inmunidad de rebaño» y explicaba que vamos camino de «convivir» con el coronavirus, como ya convivimos con otras enfermedades como la gripe o el resfriado.

Una estrategia «imposible»

En España, el 89,9 % de la población mayor de 12 años tiene la pauta completa y ya se ha vacunado al 27 % de los menores de 5 a 11 años. Unas cifras que invitan a pensar en que se puede alcanzar esa deseada inmunidad colectiva. Sin embargo, un artículo (PDF) de la revista Nature advertía de que esta estrategia es «imposible» de lograr frente al coronavirus.

Esta publicación explicaba que, aunque las vacunas evitan los casos más graves de la enfermedad, no está claro que prevengan su transmisión. Además, el artículo alertaba de que las nuevas variantes –como parece que está ocurriendo con ómicron– pueden afectar a esa incapacidad para crear anticuerpos.

Otro de los puntos que destacaba Nature es la duración de la inmunidad de las vacunas frente al coronavirus, algo que los propios laboratorios encargados de desarrollarlas han reconocido que se ve reducida a lo largo del tiempo y que son necesarias dosis de refuerzo para combatir la enfermedad, como ya ocurre con otras afecciones estacionales como la gripe.