¿Harto de llamadas comerciales? Así puedes apuntarte a la lista Robinson

Quizás no hayas nunca oído hablar de la Lista Robinson. O sí te suene pero desconozcas exactamente qué es o qué ofrece. Pues bien, atento porque si eres de los que sufre un sinfín de molestas llamadas comerciales en el teléfono móvil, te interesa. Es un servicio gratuito para las personas físicas y con diversas tarifas para las empresas que sirve para no recibir publicidad sin consentimiento expreso.

La Lista Robinson se enmarca en la normativa vigente, en la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. Su objetivo principal es proteger las libertades públicas de las entidades y los derechos fundamentales de los ciudadanos, estableciendo unas obligaciones para toda entidad que realice tratamientos de datos de carácter personal.

¿Cómo apuntarte?

La Lista Robinson se creó en 1993 como servicio de exclusión publicitaria para el correo postal, pero en 2009 se sumó a la tecnología digital.

La plataforma anima a registrarse, algo que se puede hacer a través de su página web. Una vez dentro, tan solo hay que pulsar sobre 'Apúntate en la lista' y seguir las instrucciones.

Debemos rellenar el formulario con nuestros datos personales (nombre completo, dirección, DNI, email…) para recibir un correo electrónico para verificar el registro y, a continuación, podremos introducir los canales por los que no quieres recibir publicidad. Es decir, el cortafuegos no solo se limita a las llamadas, pudiendo seleccionar que no nos llegue publicidad a través de SMS o email.

Así, una vez inscrito a la Lista Robinson, las empresas «sólo podrán enviarte publicidad de aquellas a las que hayas dado tu consentimiento». Además, la plataforma también permite revocar la autorización para llamadas comerciales de empresas a las que hayas dado tu aprobación previamente.

Hay tener en cuenta que el efecto no será inmediato, ya que no afecta a las campañas que ya están en marcha en el momento en el que te das de alta. El proceso puede tardar hasta dos meses, aunque, en la mayoría de los casos, funciona en 30 días.