Cómo la COVID-19 seguirá marcando la economía en 2022

Si bien la crisis del coronavirus ha sido una pandemia sanitaria, su extensión en el tiempo, sin solución de continuidad en este 2022, seguirá afectando irremediablemente al bolsillo de los ciudadanos y al balance de cuenta de las empresas.

Desde El Debate ya hemos informado que en España pagamos los test de antígenos a precio de oro y por si fuera poco, el IVA de las mascarillas FPP2 continuará gravado al 21 %. Productos sanitarios básicos cuya compra, a lo largo de tanto tiempo, representan todo un desafío para las familias más vulnerables.

Ahora, con la expansión de ómicron y el auge de contagios masivos, las empresas se enfrentan al problema de cubrir las bajas laborales de sus empleados que se ven obligados a guardar cuarentena.

Bajas laborales multiplicadas

La explosión de nuevos infectados y la incidencia acumulada ha tenido, obviamente, un impacto sobre las plantillas de las empresas, que en los casos más graves se han visto diezmadas ante el auge de los contagios.

Por ejemplo, las bajas laborales por la covid se han triplicado en tan solo tres semanas en Cataluña.

Ante esa situación, Sanidad y las comunidades acordaron reducir de 10 a 7 días el aislamiento de los casos leves y asintomáticos. La ministra del ramo, Carolina Darias, explicaba que para volver a la vida normal no se exigiría ninguna prueba, ni de PCR ni de antígenos.

En la reducción de cuarentenas está también Francia. La intención del Gobierno galo es evitar una «desorganización» en los sectores clave de la sociedad debido a las bajas laborales masivas al regreso de las vacaciones navideñas.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, declaraba este lunes lo siguiente: «La vacunación sigue siendo la estrategia desde luego prioritaria a la hora de combatir el virus y esperamos que esa vacunación llegue lo suficientemente rápida. Hay ya un calendario marcado como para que no haya afectación de bajas laborales en ningún sector en concreto que pueda perjudicar el funcionamiento de algunos servicios», ha asegurado Montero, que ha señalado como focos de preocupación «las bajas que se puedan plantear en el sector sanitario, puesto que es un entorno que tenemos que reforzar, y también el del entorno escolar».

El IVA de las mascarillas

Aunque el Gobierno anunció a bombo y platillo que permitiría la extensión del gravamen superreducido del 4 % para las mascarillas quirúrgicas, lo cierto es que quién pretenda usar las FPP2 en este 2022 tendrá que seguir pagándolas con un IVA del 21 %.

A pesar de que estas mascarillas tienen una mayor capacidad de filtración, en el pasado el Ejecutivo alegó que como no eran obligatorias, no había razón para aplicarles un IVA del 4 %.

Antígenos a precio de oro

Mientras franceses (siempre y cuando estén vacunados) o británicos los tienen a su disposición totalmente gratis, o los alemanes tienen la opción de ir a la cadena nacional Lidl a adquirir un pack de cinco por algo menos de cuatro euros, en España pagamos los test a precio de oro.

Estas Navidades, los españoles se han tenido que enfrentar tanto a la escasez de estas pruebas como a su alto precio, si lo comparamos con sus vecinos europeos. Una familia de cuatro miembros que haya querido sentirse más segura antes de sus cenas de Nochevieja o Nochebuena habrá tenido que invertir unos 40 o 50 euros para testarse en su totalidad. Toda una inversión en tiempos de crisis.

Todo ello, unido a las cancelaciones que la llegada de ómicron ha traído en celebraciones navideñas y cenas de empresa, cuyos principales perjudicados han sido la hostelería y la restauración, y otros más indirectos como el sector del taxi, ha hecho de este inicio de año una continuación más a una crisis que no es solo sanitaria.