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Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de FamiliaAdolfo Enriquez / SEMG

Entrevista con Lorenzo Armenteros

Los médicos de familia, contra el plan de Sánchez: «Es diabólico hablar de minimizar los efectos de la covid»

«Las administraciones han ido siempre por detrás de los acontecimientos durante esta pandemia y ahora quieren dar un salto adelante sin ningún tipo de evidencia científica»

«Las administraciones públicas han ido siempre por detrás de los acontecimientos y ahora quieren dar un salto adelante sin ningún tipo de evidencia científica, basándose en un interés que nos hace pensar que no es otro que ocultar los datos». Lorenzo Armenteros es médico de familia y portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.

En esta amplia entrevista con El Debate, expresa un sentir que seguramente sea el mayoritario en este sector y que oscila entre la indignación y la firmeza. La necesaria para expresar con contundencia el rechazo que existe al plan del Gobierno de 'gripalizar' la COVID-19 para empezar a tratarla como una enfermedad estacional más, algo que considera precipitado.

Además, en sus palabras se desprende un grito de atención por liberar al médico de Atención Primaria de la carga burocrática que supone firmar bajas y permisos y que a todas luces les impide ejercer la atención necesaria al paciente, que lleva semanas haciendo colas y colapsando aún más los centros sanitarios de este país.

¿Por qué tachan de precipitado el plan del Gobierno de 'gripalizar' la COVID-19?

–Con la actual situación epidemiológica que estamos viviendo, nos parece precipitado querer convertir esta pandemia en endemia cuando ni siquiera hemos alcanzado el pico de esta ola. El número de casos no hace más que incrementarse. El nivel de ocupación hospitalaria crece. 

Es diabólico hablar de minimizar los efectos de esta enfermedad. Una endemia es una situación periódica con un número de casos controlado y una mortalidad moderada, algo que no se da en este momento. La EMA y la OMS opinan también que el momento no es este.

¿Cómo afecta la actual situación, con la sexta ola al alza y ómicron campando a sus anchas, a la Atención Primaria? ¿Y cuál sería la situación de centros y ambulatorios en caso de implantarse este plan?

–Tenemos una incapacidad en la Atención Primaria para dar abasto a la hora de afrontar este tipo de situaciones que si se dejaran libremente podrían incrementarse aún más. Es algo que se nos escaparía de las manos y haría el virus aún más peligroso.

¿A qué vienen entonces estas prisas de las instituciones? ¿Hay riesgo de pecar de frivolidad?

–Se da una situación muy paradójica, en la cual las administraciones públicas han ido siempre por detrás de los acontecimientos durante esta pandemia y ahora quieren dar un salto adelante sin ningún tipo de evidencia científica, basándose en un interés que nosotros desconocemos cuál es, pero que nos hace pensar que no es otro que ocultar los datos, lo que impide conocer la dimensión real de la pandemia. Es un tipo de inhibición donde se deja la libertad absoluta a cada uno de hacer lo que le da la gana bajo la única vigilancia de los médicos centinela.

¿Y qué me dice de las opiniones que abogan estos días por dejar de contabilizar los casos como se ha hecho hasta ahora y empezar a fijarse en otros ratios?

–Si no sabemos los casos, no sabemos la dimensión. Se ha comprobado, y tenemos los ejemplos de Australia y Nueva Zelanda, que lo único que es eficaz son las medidas de contención: mascarilla, distancia social… Incluso otras cosas que no se están haciendo. Hablamos de los filtros en los colegios. Gusta mucho de hablar de medidas de ventilación en las aulas con uno o dos grados bajo cero.

La covid persistente puede convertirse en un problema de salud pública que hemos desistido de controlarLorenzo Armenteros, médico de familia

Sin dimensión de la enfermedad, solo recibimos pacientes a los que dar la baja. Esta enfermedad tiene la consecuencia de la covid persistente, si esto ocurre, llegaremos al límite donde se convierta en otro problema de salud pública que hemos desistido de controlar. Dejar de contabilizar provoca que se minimice el problema.

Situación de la Atención Primaria

¿Cuál es la situación real de la Atención Primaria con la llegada de ómicron?

–En este momento, ha llegado al límite de atención máxima por el número de pacientes que acuden a ella como consecuencia de ómicron. En todas las comunidades no hay médicos suficientes. Exigimos como medida urgente que se reduzca al máximo la carga burocrática para que podamos dedicarnos a la clínica y a la prevención. 

La actividad administrativa debe ser trasladada buscando la colaboración de todos para que los facultativos se descarguen de carga burocrática. Ante el colapso, solo hay medidas paliativas. Y se antoja fundamental ante la dificultad de ampliar la plantilla de profesionales. 

Los medios electrónicos e informáticos, que no funcionan en todas las CCAA, deben empezar a implantarse ya. Solo así demostraremos que estamos aprendiendo la lección.

La Atención Primaria se está convirtiendo en el blanco de las quejas de una población también exhausta y confundida.

–Es importante la concienciación de la población porque somos unas víctimas más. Un eslabón débil sobre el que recae la queja de la pandemia, porque tardamos en coger el teléfono o en dar una baja. No podemos ser esos culpables sobre los que recaen una crítica que, además, sabemos razonable por parte de los pacientes.

¿Tienen datos de las cifras de profesionales que han decidido colgar la bata ante esta situación?

–Son cifras aproximadas. Pero hay datos impactantes. Un médico al que le toca jubilarse a los 65, puede pedir prórrogas hasta los 70. Pues bien, en el último año, el 80 % de los jubilados no la ha solicitado. Y aquellos que ya estaban en la prórroga, un 95 % ha dejado de pedirla para jubilarse ya. Es muy significativo. Por otra parte, cerca del 50 % de los médicos formados, buscan una alternativa que no sea la Atención Primaria.