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Imagen de archivo de un niño durante el confinamiento

Imagen de archivo de un niño durante el confinamientoGTRES

Depresión en menores

Niños, los grandes olvidados de la pandemia

En el año 2020 los suicidios en menores de 14 años aumentaron un 100 %

«Muchas veces vienen a consulta niños con posible ansiedad o con posible hiperactividad o trastornos de la conducta y en realidad lo que tienen es un principio de depresión», así lo explica Fernando Miralles, profesor de psicología de la Universidad CEU San Pablo. 

Cada vez son más los niños que acuden a las consultas psicológicas en busca de ayuda para paliar los efectos negativos de la pandemia. Debido a la crisis del coronavirus se ha visto un aumento en los casos de enfermedades mentales en niños y adolescentes. «Se están viendo unos índices muy elevados de ansiedad y de depresión. Primero viene la ansiedad y por cúmulo de ansiedad llega la depresión», comenta el psicólogo.

Hemos pasado de siete a 14 y todavía España sigue sin un protocolo nacional sobre suicidiosFernando Miralles, profesor de psicología de la Universidad CEU San Pablo

En el año 2020 los suicidios en menores de 14 años aumentaron un 100 %. En 2019 se suicidaron siete niños, en 2020 se contabilizaron 14: «Hemos pasado de siete a 14, el doble, y todavía España sigue sin un protocolo nacional sobre suicidios», denuncia Miralles.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado un comunicado que habla sobre el cuidado de los niños y el aumento de la ansiedad y depresión, ya  que estiman que en un momento dado la enfermedad mental pueda llegar a edades más tempranas: «Tenemos que tener mucho cuidado con los jóvenes porque pueden llegar a tener problemas de depresión antes de lo esperado», explica el profesor.

Principales manifestaciones de la depresión en menores

  • Pérdida de interés por las cosas que siempre le han gustado
  • Cambios en el humor: ya sea tristeza, llanto o irritabilidad, mal genio
  • Cambios en el apetito y en el peso
  • Insomnio, problemas con el sueño, o aumento de la necesidad de dormir
  • Falta de energía, fatiga
  • Empeoramiento de la autoestima
  • Dificultades para concentrarse o mayor inseguridad para tomar decisiones
  • Pesimismo, desesperanza
  • Ideas de muerte, ideas de suicidio

Los niños cuando tienen depresión no muestran los mismos síntomas que los adultos: «Los adultos lloran, no tienen ganas de levantarse de la cama, están cabizbajos... en cambio, los niños están enfadados y demuestran ese enfado con violencia, insultos o empujones», detalla el profesor del CEU

Los adultos tenemos más recursos, racionalmente podemos entender un poco más la situaciónElena Arderius, psicóloga y directora del Centro de Acompañamiento a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria

Suicidio en jóvenes

«Los adultos tenemos más recursos, racionalmente podemos entender un poco más la situación. Por otra parte, estaban los ancianos, que nos sensibilizamos más con ellos por ser los más vulnerables a la covid». También se refiere a los niños más pequeños. «Los entretenías con la TV, los deberes... cualquier cosa. 

En cambio, los niños han sido los olvidados de la pandemia, denuncia Elena Arderius, psicóloga y directora del Centro de Acompañamiento a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria.

Para los jóvenes el contacto social es una de las cosas más importantes, ya que empiezan a crear habilidades. Con la pandemia todo se les terminó de un día para otro. «Lo que han vivido ellos ha sido muy impactante», aseguraba la psicóloga.

El adolescente vive tratando de encontrar su lugar en el mundo, por lo que durante la pandemia no ha tenido esa opción de desarrollarse. Las clases eran online, las quedadas se limitaban a jugar a juegos a través del móvil y fueron los últimos en poder salir a las calles.

El depresivo llora y piensa que se va a matar, pero el impulsivo piensa y actúaFernando Miralles, profesor de psicología de la Universidad CEU San Pablo

Otro de los problemas, según Fernando Miralles, es la situación que han vivido en casa los jóvenes: «Han visto que algunos padres se han quedado en ERTE, eso ha sido muy duro» y aclara que hay que diferenciar dos términos muy importantes: «El depresivo llora y piensa que se va a matar, pero el impulsivo piensa y actúa».

La Fundación ANAR ha atendido en este período un 145% más llamadas de menores con ideas o intentos de suicidio, y un 180% más de autolesiones con respecto a los dos años previos.

Sedentarismo durante la pandemia

Otro de los problemas que ya existía antes de la pandemia, pero que se ha agravado con la covid ha sido el sedentarismo. 

«Las estadísticas de sedentarismo en menores cada vez son mayores, pero la pandemia lo ha agravado más. Las adicciones a internet, a las consolas y móviles cada vez son mayores, esto va directamente relacionado con que cada vez hay más niños obesos y con problemas para relacionarse», comenta Miralles. 

Además, este experto en psicología comenta que otra consecuencia del sedentarismo es que, «a raíz de la pandemia, a los niños no se les deja salir de casa por miedo al contagio, es un grave problema».

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