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La ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar AlegríaEP

Educación

Rebelión en las autonomías: nueve comunidades del PP y PSOE mantendrán Filosofía en la ESO

Andalucía, Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Baleares, La Rioja y Cantabria la conservarán como optativa tras quitarla el Ejecutivo del currículo estatal

Pocas veces estuvo la Filosofía tan en boca de todos.

La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de aislar esta asignatura de la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) ha provocado una pequeña rebelión en las Comunidades Autónomas.

A día de hoy, al menos nueve autonomías de todos los partidos la mantendrán tras quitarla el Ejecutivo del currículo estatal. Se trata de Andalucía, Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Baleares, La Rioja y Cantabria, que la conservarán como optativa, tal y como les concede la Lomce.

El PSOE y Moncloa se han esforzado en las últimas horas en hacer calar el mensaje de que esta asignatura seguirá puesta en valor con la nueva Ley. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, replicó al líder de Vox, Santiago Abascal, que «le habían contado un bulo», a la vez que lanzaba un órdago a la grande: «Los niños y niñas en nuestro país van a estudiar Filosofía».

En la misma línea se mostró durante el pleno del Congreso la ministra de Educación, Pilar Alegría, sobre la que recaen todas las miradas desde que se sacó adelante el nuevo currículo de la ESO.

Qué pasa con la Filosofía

Gran parte de los Gobiernos regionales rechazan así el nuevo currículo planteado por el Ministerio de Educación. El rechazo a Valores Cívicos y Éticos, la propuesta de Pilar Alegría, es patente.

Por contra, en Bachillerato, esta asignatura se mantiene como obligatoria, dividida entre Filosofía, en 1º, e Historia de la Filosofía, en 2º. La modificación de la Educación Secundaria Obligatoria se implantará el curso que viene para 1º y 3º, mientras que en 2º y 4º será un año después.

El valor de la filosofía

«La filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien». (Fragmento de 'El valor de la Filosofía', de Bertrand Russell)