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El local del refugio se encuentra frente a la Dator, el mayor abortorio de España

El local del refugio se encuentra frente a la clínica Dator, el mayor abortorio de EspañaPaula Argüelles

HazteOir se querella contra los vándalos que llenaron de pintadas su local provida

La asociación acusa a los implicados de tres delitos de daños, odio y acoso y de «generar inseguridad» contra su espacio, situado frente a una clínica abortista

La Fundación provida CitizenGo, de HazteOir, ha interpuesto este martes una querella criminal contra los presuntos implicados en una serie de actos vandálicos realizados contra un local alquilado por la entidad con el objetivo de ofrecer «información y asistencia a madres gestantes» en materia de aborto. La entidad, que ha presentado en su escrito diversas pruebas como grabaciones de seguridad, capturas de pantalla y fotografías, acusa a los participantes de un delito de daños, otro de acoso y un tercero de odio por los actos realizados.

Los hechos tuvieron lugar en cinco ocasiones: el 7 de marzo, fecha inicial de la inauguración del local; el 9 de marzo, el 11 de marzo, el 24 de marzo y entre el 12 y el 16 de abril. En todas esas fechas, el espacio alquilado, situado frente a la clínica abortista Dator, fue vandalizado con diversas pintadas de «simbología feminista» y apología a la interrupción voluntaria del embarazo, según detalla el escrito.

La denuncia, a la que ha tenido acceso El Debate, traza un relato cronológico de los actos. En el primero de ellos, acontecido el 7 de marzo, seis personas fueron avistadas por diversos testigos pintando la fachada con mensajes como «fuera rosarios de nuestros ovarios» o «fuera acosadores de nuestros barrios». De los participantes, cinco eran mujeres y un sexto tenía el aspecto de lo que parecía un «varón de unos 50 años de edad». Cuatro de las mujeres fueron arrestadas e identificadas gracias a los presentes, que dieron el aviso a la Policía.

Según relata la acusación, estos hechos obligaron a los promotores a retrasar un día la inauguración del local, inicialmente fijada para el 7 de marzo, debido a las labores de limpieza que hubieron de acometer para borrar los rastros de las pintadas. En paralelo, también asegura que los asistentes al acto tuvieron que acudir «en compañía para evitar cualquier tipo de agresión» y que, el propio 8 de marzo, la cuenta de Twitter del centro Dator publicó una serie de tuits y retuits «en los que nos señala y nos acusa, sin pruebas, de ‘acosar mujeres’».

Solo un día después de la inauguración del local tuvo lugar, según detalla el escrito, un segundo acto de vandalización similar al primero, aunque con mensajes más agresivos, como «mi coñ*, mi decisión», o «en el aborto y en Tetuán manda mi coñ*». Dos días más tarde, una nueva pintada con el mensaje «y si me preña mi violador quién me lo vas a cuidar, tú?» se sumó a las otras, que aun permanecían en la fachada al no haber transcurrido tiempo suficiente para borrarlas. Todo ello obligó a la Fundación a adoptar diversas medidas de seguridad para proteger el espacio, como la compra de una alarma centralizada y una cámara de videovigilancia por un coste de 2.156 euros.

Las dos últimas acciones, registrados el 24 de marzo y entre el 12 y el 16 abril, volvieron a vandalizar el espacio al arrancar el código QR instalado y borrar la palabra «no» de la frase rotulada «el aborto no es la única opción».

Por todo ello, los denunciantes, que aprecian que los actos «utilizan el elemento religioso como motivo de odio y persecución» y reiteran que el propósito del espacio alquilado era que las gestantes que acudan al centro «decidan voluntariamente si recibir la citada información y o asistencia, y si seguir con su embarazo o proceden a someterse a un aborto», denuncia tanto a la clínica como «incitadora» de los actos como a los «ignorados responsables» de las pintadas por «crear un total estado de inseguridad para el local» y llevar a cabo los ataques «alimentados por el odio».

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