Las fugas voluntarias, principal causa de desaparición de menores en España

La mayoría de los casos de menores desaparecidos en nuestro país se han fugado de sus hogares huyendo de situaciones de violencia, como maltrato físico o psicológico, abuso sexual violencia de género o acoso escolar.

Es una de las conclusiones a las que ha llegado la Fundación ANAR, que este miércoles presenta un informe sobre la situación en nuestro país por el Día Internacional de los Menores de Edad Desaparecidos.

Esta asociación, que ofrece el número 116 000 para Casos de Niños Desaparecidos –número único armonizado de la UE–, recibió en 2021 2.892 peticiones de ayuda por desapariciones que desembocaron en la atención de 1.172 casos.

En base a estas consultas, han presentado este miércoles un informe en el que revela que la fuga sigue siendo la principal causa de desaparición con un 66,5 % del total de los casos atendidos. Esta situación se ha incrementado un 52,7 % desde el pasado año.

En segundo lugar, se encuentran los casos de menores de edad expulsados por sus padres (18,1 % del total). «En muchos casos los padres de estos menores tienen problemas para fijar límites y gestionar los serios trastornos de conducta de sus hijos. No saben cómo actual y su grado de desesperación les lleva a expulsarlos de casa, cometiendo un delito grave», explica Benjamín Ballesteros, director de Programas de la Fundación ANAR. Las expulsiones han crecido de 2020 a 2021 un 26,9 % (212 respecto a 167).

También se han registrado un importe aumento de los secuestros parentales, que se sitúa en el 8,6 % de los casos pero ha aumentado un 48,5 % respecto al año anterior. Esto suele ocurrir en parejas en las que uno de los miembros es extranjero y la situación resulta especialmente complicada si se produce en países que no han firmado el Convenio de la Haya.

ANAR ha destacado también el caso de los secuestros con fines criminales que, aunque no son muchos –se han contabilizado 18 en 2021–, se trata de los casos más graves.

Perfil de los desaparecidos

La mayoría de los desaparecidos son niñas (66 %), mientras que el grupo de edad de 16 y 17 acumula la mayor parte de los casos con el 39,9 %, seguido de los adolescentes de 14 y 15 (30,6 %).

Sonsoles Bartolomé, directora del Departamento Jurídico de las Líneas de Ayuda ANAR, insiste en que «una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano desde un punto de vista psicológico es la desaparición de uno de sus hijos. Por eso en ANAR luchamos porque no se produzcan más casos y pedimos que se conceda a las familias el estatus de víctimas».

En un 75,6 % de los casos, la Fundación ANAR ha ofrecido atención psicológica, jurídica y social de forma simultánea y se han llevado a cabo 185 seguimientos de apoyo personalizado a los familiares de menores de edad desaparecidos en 2021.