Fundado en 1910

Pexels

Administraciones

Mala puntuación, faltas de ortografía y lenguaje arcaico: la Administración machaca la gramática

Frases muy largas, oraciones enrevesadas, exceso de tecnicismos, referencias normativas, uso y abuso de pasivas, tono burocrático y fallos de puntuación. El lenguaje administrativo machaca la gramática, lo que provoca problemas de comprensión y comunicación al ciudadano a la hora de hacer un trámite o una gestión administrativa.

Según están redactados muchos contenidos, la redacción de textos parece no dirigirse a los ciudadanos, sino a los propios técnicos de la Administración.

Un estudio realizado por la consultora Prodigioso Volcán, advierte que esta «falta de claridad» supone «un obstáculo más para las personas» que desean solicitar a la Administración «subvenciones, ayudas y servicios».

Tras analizar más de 750 textos de administraciones públicas de diferentes instituciones, muchos de ellos dirigidos a públicos vulnerables, el estudio concluye que el lenguaje que usa la Administración no es claro para la ciudadanía.

Inscribir un nacimiento, una odisea

Así, inscribir un nacimiento de un bebé puede ser una tarea laberíntica. En el BOE (Boletín Oficial del Estado), se pueden leer cosas como: «la inscripción del nacimiento es el asiento registral, extendido por el encargado del Registro Civil, que hace fe del hecho del nacimiento, de la fecha, hora y lugar en que tuvieron lugar, identidad, sexo, y en su caso, la filiación del inscrito».

Es decir, muchas palabras para un texto que alberga lenguaje formal y retorcido que conlleva un amplio tiempo de lectura y no siempre un buen entendimiento.

El 78 % de los textos no son claros

La Administración no se explica bien. Y el ciudadano pierde su derecho a entender por culpa de un lenguaje complicado. El 78 % de los textos administrativos no son claros, y esta «falta de claridad» supone «un obstáculo más para las personas» que desean solicitar a la Administración «subvenciones, ayudas y servicios».

Los ciudadanos tenemos derecho a un cambio. La sociedad anhela recibir información clara y fácil de entender para ver cumplidas sus necesidades. Es decir, que la comunicación abandone la burocracia y pase a ser útil y eficaz.