Irene Montero pide disculpas por su campaña manipulada contra los estereotipos femeninos

El Ministerio de Igualdad, a través del Instituto de las Mujeres, un organismo adscrito al departamento que dirige Irene Montero, ha tenido que pedir disculpas públicas en Twitter tras los escándalos protagonizados por el polémico cartel 'El verano también es nuestro'.

«Queremos aclarar que en ningún momento tuvimos conocimiento de que eran modelos reales. Estamos resolviendo con la autora y vamos a contactar con las modelos para resolver esta cuestión. Pedimos disculpas por el daño ocasionado», han tuiteado, tras haberse servido de la manipulación para supuestamente criticar los estereotipos.

Todo comenzó cuando Igualdad arrancó con una campaña de sensibilización sobre un problema que no era tal. Irene Montero y las suyas creyeron oportuno defender que «el verano también es nuestro», un mantra con el que se pretendía 'socorrer' a las mujeres de diferente apariencia física y librarlas del yugo que impone el heteropatriarcado playero.

Revestida, supuestamente, de lucha contra «la violencia estética», la campaña se promocionaba con un cartel que pasó directamente a la galería de los horrores –y también errores–. Tirando de prejuicios, incluyeron a una mujer voluminosa, otra de color negro, una más con el pelo teñido, otra cuya axila está sin depilar y la última con el pecho extirpado.

Primera polémica

La cosa empezó a coger vuelo cuando la gente reparó en que, para Montero e Igualdad, parecía ser lo mismo dejarse los pelos en el sobaco que tener un problema de salud como para tener que recurrir a la mastectomía.

La creadora del boceto, conocida en Twitter como Arte Mapache, asegura que cobró por el trabajo 4.990 euros

«Todos los cuerpos son válidos», arengaba la de Unidas Podemos en su perfil, sin lograr el efecto deseado. Básicamente, porque elegir el tinte de pelo o no usar cuchilla no tiene nada que ver con nacer negra, ser gorda y por supuesto, sufrir un cáncer de mama.

Modelos trucadas

Si el sesgo de la campaña ya era evidente, el tema empezó a colorearse de cárdeno oscuro para Igualdad cuando trascendió la chapuza que habían perpetrado los ilustradores que recibieron el encargo.

Una de las modelos que aparece retratada, Nyome Nicholas, acusó al Ministerio en cuestión de usar su imagen sin pedir permiso. Al poco, otra de las mujeres protagonistas lamentó el uso que habían hecho de su fotografía privada con un nuevo agravante: habían editado la original para eliminar su pierna ortopédica.

«El Gobierno de España está usando mi imagen en una campaña de 'body positive', pero ellos han borrado mi pierna protésica. Editando mi cuerpo. ¡Mi cuerpo!».

El esperpento no se quedó solo en las mujeres, sino que alcanzó al tipo de letra utilizado. La autora del cartel utilizó una tipografía que cuenta con una licencia que ella no posee.

La creadora del boceto, conocida en Twitter como Arte Mapache, asegura que cobró por el trabajo 4.990 euros.

Su intención ahora es «repartir los beneficios que se derivan de este trabajo a partes iguales entre las protagonistas del cartel» y comprar «la licencia de la tipografía».