Las profecías realizadas por la revista 'Wired' hace 25 años que se han terminado cumpliendo
Tras cuatro décadas de Guerra Fría, Occidente afrontaba en 1997 una época de pleno desarrollo, bonanza y prosperidad. ¿Cuánto iba a durar aquello?, se preguntaba entonces la publicación americana
«El largo auge es un escenario, un posible futuro. Depende de la convergencia de varias grandes fuerzas y de otras piezas más pequeñas, todas cayendo en su sitio a la vez y en positivo». Con esta frase arrancaba la revista estadounidense Wired el análisis de su tema de portada del número de julio de 1997.
Tras cuatro décadas de Guerra Fría, Occidente afrontaba una época de pleno desarrollo, bonanza y prosperidad. ¿Pero cuánto iba a durar aquello? En aquella edición, la publicación analizaba diez posibles escenarios que podían truncar un horizonte que entonces se presentaba espléndido.
«El futuro, por supuesto, podría volverse muy diferente si solo unas pocas de esas piezas descarrilan», alertaban. 25 años después, casi no ha quedado ninguna que no lo haya hecho en mayor o menor medida, lo que ha causado gran asombro entre los internautas tras viralizarse el artículo en las redes en los últimos días.
Tensiones entre China y EE.UU.
«Las tensiones entre China y Estados Unidos escalan en una nueva guerra fría, que podría convertirse en caliente».
En los últimos años, muy especialmente durante la presidencia de Donald Trump y en los últimos días tras la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, las relaciones entre las dos megapotencias mundiales se han enconado como nunca antes y sin visos de mejora a corto plazo.
Rusia acecha a Europa
«Rusia se convierte en una cleptocracia dirigida por una mafia o volverá a un cuasi nacional-comunismo que amenazará Europa».
Tras lanzar su guerra contra Ucrania, el régimen autocrático de Vladimir Putin (quien llegaría al poder dos años y medio después de la publicación) ha puesto a Europa entre la espada y la pared, con unas consecuencias militares y económicas de proporciones todavía inciertas e impredecibles.
Europa se fragmenta
«El proceso de integración europea se detiene. La Europa occidental y la oriental no pueden reunificarse y finalmente el proceso de la Unión Europea se rompe».
Han sido años convulsos e inestables para la cohesión de la UE. Crisis tras crisis, las discrepancias entre los distintos miembros han aflorado en torno a una larga lista de asuntos políticos, migratorios y económicos, lo que ha llegado incluso a un punto de no retorno con el abandono de uno de sus integrantes más destacados, el Reino Unido.
Alimentos caros
«La gran crisis ecológica provoca un cambio climático global que interrumpe el suministro de comida causando un gran incremento de precios en todo el mundo y hambrunas esporádicas».
Sequías, malas cosechas y las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania han dado pie a un aumento generalizado de los precios en numerosos países, amén de posibles hambrunas en los más pobres.
Repunte de terrorismo
«Un aumento importante de crímenes y terrorismo forzará al mundo a retroceder con miedo».
El 11-S marcó a escala mundial el inicio de una nueva era: la del yihadismo, en cuyo nombre se han perpetrado algunas de las mayores matanzas de los últimos 20 años.
La contaminación y la salud
«La acumulativa escalada de la contaminación causa un dramático incremento de casos de cáncer que provocará un colapso de los deficientes sistemas sanitarios».
Aunque los sistemas sanitarios no han llegado a colapsar por este motivo, el agravamiento de la contaminación sí que ha dado lugar a un considerable aumento de los casos (y eventuales decesos, en ocasiones) de cáncer.
Precio de la energía
«Los precios de la energía tocarán techo. Los conflictos en Oriente Medio interrumpen el suministro de petróleo y las fuentes de energía alternativa no se materializan».
Los precios del gas y de los hidrocarburos han experimentado en los últimos meses una escalada en la que confluyen la guerra en Ucrania, el aumento de la demanda en Asia y, de fondo, las consecuencias derivadas de la transición ecológica.
Pandemia
«Una incontrolable plaga –una moderna epidemia de gripe o algo equivalente– despegará como la pólvora, matando a más de 200 millones de personas».
Aunque no ha llegado a tanto, la COVID-19 ha matado a seis millones de personas y ha provocado un auténtico terremoto del que el mundo todavía trata de recuperarse.