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El doctor en Psicología, Amable Cima

El doctor en Psicología, Amable CimaEl Debate

La terapia de acompañamiento a la disforia de género: «El tratamiento que Irene Montero quiere prohibir»

El psicólogo Amable Manuel Cima explica a El Debate los problemas que la polémica ley trans produce en las personas

La ministra de Igualdad, Irene Montero, defendió que la Ley para la igualdad de las personas trans y de garantías de derechos de las personas LGTBI trata «del derecho más material que existe» para una persona que es «el derecho a ser quien es sin que sea discriminada» y, por ello, ha señalado que cree que esta norma «es lo más razonable» que el Gobierno «puede hacer».

Una idea que médicos, psicólogos y algunos transexuales echan para atrás porque «la masculinidad o la feminidad no se construye». El psicólogo Amable Manuel Cima, ha explicado a El Debate los problemas que la polémica ley trans produce en las personas.

–¿Sería más adecuado que las personas con disforia tuviesen un psicólogo que les acompañe en todo el proceso?

–Hay tres cosas importantes. La primera de ellas es la disforia de género, que está recogido en los diagnósticos clínicos desde hace mucho tiempo. La disforia de género realmente es un problema biomédico. Es decir, no es una decisión. El problema de la normativa legal que quieren aprobar es que parte de considerar que una decisión personal implicaría un cambio a nivel biológico, al menos corporal, pero un cambio biológico no lo va a producir. Es decir, si yo tengo sexo masculino, pero me siento mujer y puedo actuar de forma normal y corriente en mi vida cotidiana, con ese sentimiento puro puede generar en mí un malestar importante, que es cuando se plantean transicionar.

El problema está fundamentalmente en un primer error de base. Esto no es una cuestión de que el género se construye de forma social. Si entendemos que hay un problema, el que una persona de sexo masculino o sexo femenino siente o percibe o considera que su sexo es distinto al que siente, habría que tener, por lo menos de primeras, una ayuda a nivel emocional o psicológico, no porque sea un trastorno mental, sino porque en situaciones de vulnerabilidad de las personas a nivel emocional, pueden dar lugar a que busque soluciones donde no están.

–¿Me podría poner un ejemplo?

–Muchos adolescentes, ahora mismo que tienen 12, 13, 14, 15 años tienen problemas emocionales. Aquí hay una cuestión, ¿en qué momento pasan de ser niños a convertirse en adultos desde punto de vista hormonal y sexual? Es decir, los chicos pueden tener espermatozoides que sean válidos o las chicas ovarios funcionales. En ese momento lo que se mezcla fundamentalmente ese proceso hormonal, un proceso puramente biológico que está preconfigurado previamente como comité social. Si ese comité social es de mucha presión con el nuevo modelo queer o trans, pues yo si tengo 12, 13 y 14 años y mi grupo de referencia son personas que dicen 'a ti lo que te pasa no es que estés mal, sino que tú eres una persona que te incomoda mucho tu cuerpo', lógicamente la cabeza de esas personas va a empezar a pensar que igual sí están disconformes con su físico y eso les lleva a tomar decisiones incorrectas basadas en una cuestión de presión social. La masculinidad o la feminidad no se construye, es una cuestión puramente hormonal.

–Cada vez se escucha más que ser bisexual es una moda, ¿cree que Irene Montero está intentando adoctrinar a los niños más pequeños?

El primer factor fundamental está en el deseo de pertenencia de grupo. Si el grupo dice que todos son bisexuales y tienen que tener relaciones unos con otros, lo acabarán asumiendo como algo normal. Pero esa normalidad ya estaba de antes, lo que pasa que no se hablaba.

Lo más grave de todo esto es algo que yo dije hace tiempo. El siguiente paso que tratará el Gobierno es el tema de la pedofilia, que los niños puedan tener relaciones sexuales con las personas mayores de edad. Cuando Irene Montero hace uso días hizo el famoso comentario de ‘que los niños siempre y cuando sea consentido pueden tener relaciones con quien quieran’ hubo una polémica y ella no lo negó, por lo que será el siguiente modelo.

Al final todo es una cuestión puramente ideológica, porque en el fondo el modelo que se intenta implantar es básicamente fundamentado por el problema pasado de una persona que lo intenta resolver haciendo que sea el de muchas personas y normalizando lo que consideramos anormal, como sería la relación entre un adulto y una niña.

Es más, un niño de 16 años tiene que llevar una autorización firmada al colegio para que le dejen salir de excursión, pero para poder cambiarse de género o abortar tiene total libertad. Entonces, que no vuelvan a pedirnos para nuestros hijos adolescentes permisos, que se la pidan a ellos en todo. Están acelerando la toma de decisiones en personas que no están preparadas de forma psicológica, emocional, mental ni cognitiva.

–¿Todo esto se podría considerar una moda? ¿Cómo trabajáis los psicólogos en este momento?

–Yo puedo construir cualquier género basado en la influencia de los demás o en lo que yo quiero ser. ¿Qué hay una moda ahora de llevar pantalones verdes? Pues todos con verdes, ¿qué hay otra de pelo largo? Pues todos con el pelo largo. Muchas personas funcionan así a nivel emocional. No es tanto una terapia de reconversión, es decir, si eres chico y te sientes chica te volvemos a hacerte sentir chico, sino una terapia de acompañamiento, de aclarar conceptos, algo que la norma legal impuesta por Irene Montero quiere prohibir.

Otra cosa que quiere crear el Gobierno es la terapia afirmativa que consiste en ir al médico y, en el momento que la persona diga que es mujer y se siente chico, intervenir y aclararle que es lo que es mujer. En los casos que he tenido lo que he tratado ha sido dar una vuelta a la cabeza porque a lo mejor lo que pasa es que son homosexuales pero como todos los amigos parten del modelo transexuales terminan pensando que pueden ser lo que no son para enfrentarse a un problema emocional.

No hay que influirles negativamente en una decisión, sino acompañarlos, darles información real. Un ejemplo: ‘Yo es que soy una chica o un chico que me mola ir a la moda. ¿Cuál es el problema fundamental de esto? Cuando dan un paso más y empiezan a hormonarse. Si ni hay un problema biológico lo introducen, porque la hormona es un fármaco que se comienza a administrar para el cambio y es de por vida.

–¿Me podría contar algún caso relacionado con esto?

–Curiosamente, los casos que yo he empezado a ver recientemente, son de chicos a los que les dices, te vas a hormonar y te va a crecer el pecho, entonces ¿cuándo te vas a operar? Y te responden que no, que ellos no se van a operar porque quieren tener hijos. En el fondo es la idea de la construcción social de un género que realmente tiene problemas de salud, porque en el momento que yo le doy una persona sana, un componente como es la hormonación, se convierte en salud, y les va a producir problemas de por vida. Por tanto, si está tan claro que biológicamente es otra cosa, es porque hay un componente biológico que es el que hace que tu componente masculino sea femenino o viceversa.

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