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Colas de personas esperando a ser atendidas en un comedor social en Aluche (Madrid) durante la pandemiaGTRES

Pobreza

Seis millones de hogares en España no tienen ingresos suficientes para vivir en unas condiciones dignas

El 46 % de los hogares con menor renta se han visto forzados a recortar su gasto en alimentación por la crisis inflacionaria, según denuncia Cáritas

Seis millones de familias en España no cuentan con los ingresos suficientes para tener unas condiciones de vida dignas, y en muchos casos se ven obligadas a tomar medidas extremas para reducir sus gastos, como disminuir el consumo de electricidad y alimentos, aceptar trabajos sin contrato o abandonar tratamientos médicos.

El informe «El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo» de Cáritas y la Fundación Foessa ha calculado el presupuesto mínimo necesario para llevar una vida digna en cada parte de España, y estima que tres de cada diez hogares se encuentran en una situación «asfixiante» por disponer de menos del 85 % de los ingresos que les harían falta para sostenerse económicamente.

Este sería el caso de una pareja que reside en Madrid con dos hijos adolescentes y no ingresa más de 2.900 euros al mes, o de un hogar unipersonal en Barcelona que dispone de menos de 1.400 euros mensuales.

«Los hogares con graves dificultades para satisfacer sus necesidades básicas se encuentran, sobre todo, entre los que viven en alquiler, hogares con niños en edad de estudiar, personas con discapacidad o dependencia, con deudas, ausencia de ingresos estables y desempleo de alguno o todos los miembros activos del hogar», ha explicado Thomas Ubrich, miembro del equipo técnico de la Fundación Foessa.

En el extremo opuesto, el 44,8 % de los hogares vive con ingresos claramente superiores al presupuesto mínimo necesario, y uno de cada cuatro (23,7 %) se mueve en cifras similares a este.

Obligados a recortar en lo más básico

El estudio recuerda que la crisis de la inflación ha golpeado especialmente a las familias más vulnerables, que han pasado de destinar el 61 % de su renta a vivienda, alimentación y transportes al 80 % actual. «Todos nos hemos empobrecido como consumidores», apunta la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, «pero ese 31,5 % son muchas familias y no pueden asumir las condiciones básicas».

De hecho, la falta de recursos ha obligado a seis de cada diez hogares con bajos ingresos a reducir su consumo de electricidad, agua o calefacción, mientras que un 46 % ha recortado su gasto en alimentación. Además, el 18 % de las familias con niños han dejado de usar el comedor escolar por no poder costearlo.

Pese a los riesgos que supone para la salud, uno de cada tres hogares se han visto forzados a dejar de adquirir accesorios sociosanitarios como gafas, prótesis o audífonos; un 15 % no compró algún medicamento y un 11 % abandonó un tratamiento médico.

Cáritas pide medidas urgentes

Cáritas Española ha urgido a las administraciones públicas a actuar para rescatar a las familias que más están sufriendo, y al mismo tiempo para perfeccionar el sistema de protección social a largo plazo.

La organización católica se reunió este miércoles con el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, con el fin de entregarle el informe y abordar la situación de las personas atendidas por Cáritas y los problemas administrativos que padecen, como las familias que viven en asentamientos.