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Imagen de la cola con la que nació la niña mexicana

Imagen de la cola con la que nació la niña mexicanaJournal of Pediatric Surgery

El extraño caso de una niña que nació con una cola peluda de seis centímetros

El apéndice estaba formado por tejido conjuntivo, músculo y nervios

Una niña mexicana ha nacido con una cola de seis centímetros «cubierta de pelo y piel». Se trata de un caso extraño que ha llamado poderosamente la atención de los médicos de un hospital de Nuevo León

Esta anomalía genética, conocida como «cola verdadera», es un caso inusual que ha dado a conocer la revista científica Journal of Pedriatic Surgery. Los profesionales, dirigidos por el doctor Josué Rueda, indicaron que se sorprendieron cuando le practicaron la cesárea a la madre y, al extraer al bebé, observaron esta anomalía.

Según han explicado, la niña «no tenía antecedentes de exposición a la radiación o infecciones durante el embarazo», y nació de dos padres sanos que rondan los 30 años.

Al examinar la cola, observaron que estaba recubierta de piel y pelo y que medía alrededor de 5,7 centímetros y con un diámetro de entre 3 y 5 milímetros. Al realizarle una radiografía, vieron que no había restos óseos en su interior y que la cola estaba formada por tejido conjuntivo, músculo y nervios.

La paciente podía mover el miembro sin dolor, pero no se produjo ningún movimiento espontáneo. Sin embargo, cuando los médicos pincharon la estructura con una aguja, el bebé lloró. Se cree que emerge de la cola embrionaria que todos los bebés desarrollan en el útero, pero generalmente se reabsorbe de nuevo en el cuerpo para formar el coxis.

Al cumplir los dos meses, la niña fue reevaluada y un equipo de pediatría y cirugía general certificaron que la cola había aumentado su longitud en 0,8 centímetros. Fue entonces cuando decidieron extirparla y reconstruir el área. Un análisis posterior de la cola reveló que contenía tejido blando, arterias y venas y haces de nervios.

El equipo señaló que las 'colas verdaderas' humanas son extremadamente infrecuentes, con solo 195 casos identificados en 2017, siendo la más larga de 20 centímetros. Se suelen encontrar con mayor frecuencia en los niños y uno de cada 17 bebés con cola también sufre trastornos del crecimiento cerebral o del cráneo. Los antepasados humanos, junto con nuestros parientes simios, perdieron la cola cuando nos separamos de los monos hace unos 20 millones de años.

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