Así se clasifican los gatos según la nueva ley de protección animal

La Ley de Bienestar Animal se probará, previsiblemente, en los primeros meses de este nuevo año. La norma, que se encuentra actualmente en su tramitación parlamentaria, le ha traído más de un dolor de cabeza a los socios de coalición a costa de la enmienda del PSOE que excluye a los perros de caza.

En el anteproyecto se detalla la prohibición de las peleas de gallos, el tiro al pichón, el uso de pinchos o collares que ahorquen, aparatos eléctricos que causen daños o llevar animales atados a vehículos a motor en marcha.

Pero además contiene muchos puntos polémicos, como las multas por no llevar atado al perro, la obligatoriedad de realizar un cursillo para todo aquel que tenga animales domésticos o la creación de un listado positivo de mascotas con aquellas que sean aptas para su tenencia, venta y comercialización. Pero, ¿cómo se clasifican los gatos en esta nueva norma?

Se prevé que exista una clasificación por grupos de gatos, entre los que distingue los siguientes:

1. Gatos con hogar. Aquellos que residen en una casa, lleven microchip y estén esterilizados. Dentro de esta categoría se distinguen otros tres subgrupos:

• Gatos identificados: los que se encuentran dentro de un sistema de identificación.
• Gatos merodeadores: los que viven en un hogar pero también salen al exterior.
• Gatos extraviados: aquellos que se han perdido por cualquier tipo de circunstancia.

2. Gatos comunitarios. Son los que nacen como consecuencia de la existencia de gatos abandonados, extraviados o merodeadores sin esterilizar. Con ello, se busca regular las colonias de gatos callejeros sin ningún tipo de supervisión.

Colonias

Con respecto a este punto, la gestión de las colonias felinas se llevará a cabo mediante el método CER (captura, esterilización y retorno), y pretende así reducir progresivamente el número de individuos que las conforman. Asimismo, se instalará la infraestructura necesaria para el bienestar de los gatos comunitarios en las distintas localidades y se apoyará económicamente a los centros de protección animal.

Existe una división más, entre los animales que son susceptibles de ser adoptados y aquellos que no lo son. En esta última categoría se encontrarían los callejeros, que no podrían adaptarse a una vida en un hogar.

De igual forma, se exige para los felinos un microchip y que su esterilización se produzca antes de los seis meses de edad. Los que no quieran castrar a su animal se deberán inscribir en el Registro de Criadores de Animales de Compañía o, por el contrario, se enfrentarán a una sanción leve (de 500 a 10.000 euros).