Polémica
Qué mascotas prohibirá tener en casa el Gobierno con la nueva Ley de bienestar animal
El borrador del anteproyecto de la futura norma no establece todavía un listado de especies permitidas más allá de perros, gatos y hurones
la polémica Ley de Bienestar animal echó a andar legislativamente hace un mes, tras ser aprobado su anteproyecto en el Consejo de Ministros el pasado agosto. Y aunque la fecha para su aplicación es incierta, una vez está sometida a enmiendas en el Congreso, la futura norma ya ha inquietado a muchos ciudadanos, que no saben qué pasará con sus animales.
Se ha publicado en distintos medios que una de las leyes estrella del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, encabezado por Ione Belarra, prohibirá la posesión de algunas mascotas tan habituales como puedan ser los conejos o los hámsteres, pero la realidad es que, a día de hoy, es imposible saber cuáles serán las especies que vetará el Gobierno de Pedro Sánchez.
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El borrador del anteproyecto de Ley establece que se creará un «listado positivo» de especies animales que sí se podrán tener en casa como mascotas. Esto es, quedarán excluidas todas las que no aparezcan en esa lista y, con el documento en la mano, lo único que sabemos por ahora es que «perros, gatos y hurones, independientemente del fin a que se destinen o el lugar en el que habiten o del que procedan, serán considerados animales de compañía», según reza el texto.
Naturaleza y castración
Una afirmación que en el caso de los gatos podría chocar con los propios criterios que el Gobierno ha establecido para elaborar ese futuro listado, regidos por la seguridad o el respeto hacia el medioambiente. Se señala en el borrador que «sólo se incluirán en el Listado especies para las cuales no haya indicios o evidencias de que, en caso de escape, puedan sobrevivir en la naturaleza, suponiendo así un riesgo ecológico».
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En el mismo se añade que «especialmente sólo se incluirán animales que no son o no puedan ser vectores de organismos nocivos para la biodiversidad autóctona o no presenten carácter invasor demostrado en algún lugar del mundo». Algo llamativo cuando es bien sabido el problema que suponen los gatos callejeros (en su origen domésticos y genéticamente idénticos) para las poblaciones de gatos monteses, con los que compiten y se hibridan, lo que está llevando a la especie a su extinción, según denuncian grupos ecologistas.
Otro tanto podría ocurrir con algunos perros, capaces no solo de sobrevivir en la naturaleza, sino de mezclarse con los lobos. Pero para estos casos el Ejecutivo introducirá la obligación de esterilizar a «los animales que se mantengan o tengan acceso al exterior de las viviendas y puedan tener contacto no controlado con otros animales». Una medida que no ha pasado desapercibida para los críticos de la ley, que ven incongruente castrar a un animal en aras de su bienestar.
«En el caso de que en una misma vivienda o ubicación haya animales de la misma especie y de distintos sexos, y no puedan permanecer separados, al menos todos los miembros de uno de los sexos deben estar esterilizados, salvo en el caso de personas inscritas en el Registro de Criadores», precisa el texto al respecto.
Especies invasoras 'comunes' en casa
Por ahora, lo único que se puede intuir respecto a los animales que no podremos tener en casa una vez se apruebe definitivamente la nueva Ley es que seguirán vetadas más o menos las mismas especies que en la actualidad.
Aunque hay disparidad entre las distintas comunidades autónomas, existe un Catálogo de Especies Invasoras, realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en el que se lista un centenar de animales, entre ellos algunos considerados por muchos como mascotas.
Hablamos de especies como el cerdo vietnamita, prohibido en nuestro país desde este mismo año; el caracol manzana, otrora habitual en muchos acuarios; la rana de uñas africana, que se sigue vendiendo en algunas tiendas pese a estar prohibida; varias especies de tortugas, como el galápago de Florida; la cotorra argentina, cada vez más extendida por nuestras ciudades; o la pitón real, una serpiente que alcanza en cautividad casi dos metros de longitud.
El borrador del anteproyecto indica que «las especies incluidas en el Listado positivo no tendrán la consideración de exóticas invasoras», por lo que quizás podríamos ver cómo algunas de estas especies saldrían del catálogo y volverían a ser consideradas como mascotas.
En todo caso habrá que esperar «meses e incluso años» para que ese listado esté listo, incluso si la Ley ya ha entrado en vigor, según apuntaba recientemente el principal impulsor de la norma, Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, un técnico en Escultura cuya formación en materia animal solo pasa por haber trabajado en el gabinete de comunicación de algunas ONG ecologistas y cuyo salario asciende hasta los 86.108 euros anuales.