Los abortos en Texas caen a casi 0 gracias a la derogación de Roe v. Wade

Siete meses después de la derogación de Roe v. Wade, la sentencia que abrió la veda al aborto en 1973, el número de asesinatos de no nacidos en los Estados más defensores de la vida va tocando a su fin.

Ha sido, por ejemplo, el caso de Texas, donde los últimos datos disponibles han revelado un descenso del 99 % de junio, cuando entró en vigor, a agosto. Solo tres abortos, todos ellos «médicamente necesarios», fueron practicados en ese último mes en comparación con los 2.596 del inicio del verano, según las estadísticas de la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas. El fallo se emitió el 24 de junio, en la última semana del mes.

«Todavía tenemos trabajo que hacer para detener los abortos ilegales, especialmente las píldoras que se trafican a través de la frontera [y de] manera on line, pero esto muestra un progreso que salva vidas», señaló a principios de enero el grupo provida Texas Right to Life, tras matizar que aunque las cifras estatales no computan los abortos ilegales y los no denunciados, se complace de que gracias al dictamen del Tribunal Supremo se ha salvado la vida de unos 50.000 no nacidos desde septiembre.

En 2021, el Estado sureño, punta de lanza de la legislación provida, promulgó una norma que prohibió el aborto a partir de la detección del latido fetal –a las seis semanas– y contempló únicamente una excepción por «emergencias médicas». Hasta entonces, los abortos estaban permitidos hasta la semana 20 del embarazo.

No obstante, con la anulación de la malograda sentencia, Texas dio una vuelta de tuerca a su legislación al restringir todas las intervenciones –salvo aquellas que eran condición indispensable para salvar la vida de la madre– en un plazo de 30 días desde la revocación.