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Virus de MarburgoOMS

La OMS se reúne de emergencia para analizar el brote del virus de Marburgo

La enfermedad por el causa una fiebre hemorrágica vírica grave y mortal

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado una reunión de emergencia con sus expertos para analizar el brote del virus de Marburgo localizado en Guinea Ecuatorial. Por el momento, según las fuentes del organismo, han fallecido al menos nueve personas y hay 16 casos sospechosos.

El lunes, el Gobierno de Guinea Ecuatorial declaró la alerta sanitaria tras confirmarse el primer brote en la provincia de Kié-Ntem. Se trata de una patología «altamente virulenta» con una tasa de mortalidad de hasta el 88 %”.

Hasta la fecha se han confirmado nueve fallecimientos, 16 casos sospechosos y 21 personas vigiladas en sus viviendas por haber estado en contacto directo con el positivo. Por otro lado, el Gobierno ha ordenado la cuarentena a 4.325. Para tratar de frenar la transmisión se han desplegado equipos en los distritos afectados para «rastrear contactos, aislar y ofrecer atención médica» a las personas que muestran síntomas de la enfermedad.

La enfermedad por el virus de Marburgo (EVM) causa una fiebre hemorrágica vírica grave y mortal.

Transmisión

Inicialmente, la infección humana por EVM se debe a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus.

La transmisión entre personas ocurre por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.

Se han descrito casos de transmisión a través del contacto estrecho sin las debidas precauciones de control de las infecciones. El contagio a través de agujas contaminadas o de pinchazos con agujas se asocia a una mayor gravedad de la enfermedad, a un agravamiento más rápido y, posiblemente, a una mayor tasa de letalidad.

También se puede dar esta transmisión en los tanatorios o entierros, ya que la infectividad persiste mientras haya virus en la sangre.

Síntomas del virus

El periodo de incubación (es decir, el intervalo entre la infección y la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días.

La EVM empieza con fiebre elevada, cefalea intensa y gran malestar, así como con frecuentes dolores musculares. Al tercer día pueden aparecer diarrea acuosa intensa, dolor y cólicos abdominales, náuseas y vómitos. La diarrea puede persistir una semana. En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan «aspecto de fantasma» debido al hundimiento de los ojos, la inexpresividad facial y el letargo extremo.

En el brote europeo registrado en 1967, la mayoría de los pacientes presentaron una erupción cutánea no pruriginosa de dos a siete días después del inicio de los síntomas.

Muchos enfermos tienen manifestaciones hemorrágicas graves a los cinco a siete días y los casos mortales suelen presentar alguna forma de hemorragia, a menudo en varios órganos. La presencia de sangre fresca en los vómitos y las heces suele acompañarse de hemorragia por la nariz, las encías y la vagina.

Además, el sangrado espontáneo en los lugares de venopunción donde se administran líquidos o se extraen muestras de sangre puede ser especialmente problemático.

Durante la fase grave de la enfermedad, los pacientes presentan fiebre elevada. La afectación del sistema nervioso central puede producir confusión, irritabilidad y agresividad.

En los casos mortales, el deceso suele producirse a los ocho o nueve días del inicio de los síntomas y se suele preceder de grandes pérdidas de sangre y de choque.