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Imagen de un comedor escolarEuropa Press

Una de cada cuatro familias se salta comidas para ahorrar

Si se tienen en cuenta los hogares en los que la renta es inferior a los 15.000 euros al año, la cifra aumenta hasta el 40 por ciento

La pobreza entre ciertos sectores de la población es real. Según los datos publicados esta misma semana por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, el 27,5 % de los menores se encuentran en situación de necesidad, lo que cuesta 63.000 millones anuales al Estado, 1.300 euros por persona.

Pero no es la única prueba de esto: el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, José Omella, cifró en más de 92.000 personas las atendidas por Cáritas solo en la archidiócesis de Barcelona en 2021.

Pero ahora otro análisis publica un dato igualmente demoledor que cuestiona de nuevo el escudo social del Gobierno. Un estudio que la marca Kellogg's ha encargado a una consultora internacional concluye que una de cada cuatro familias reconoce que muchos días en casa se saltan comidas con el fin de ahorrar dinero en alimentación.

El estudio se lleva a cabo con el objetivo de conocer las causas del hambre infantil y recopilar información en base a la que actuar para paliar los efectos negativos de la pobreza alimentaria a través de iniciativas como el programa de desayunos en colegios 'Todos a Desayunar' y la colaboración con Bancos de Alimentos.

Para ello, se han observado las situaciones en países como España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Bélgica e Irlanda. Pero los datos empeoran aún más cuando se tienen en cuenta los hogares en los que la renta es inferior a los 15.000 euros al año. En estos casos, el 40 por ciento de las familias se saltan alguna comida.

La cifra de hogares con grandes dificultades alcanza en España el 18 %, un dato alto y preocupante, pero que se ve superado por otros países europeos, como Alemania (21 %), Francia (25 %) o Reino Unido (29 %).

El estudio añade que el 61 % de los españoles dice que los acontecimientos socioeconómicos recientes están complicando su situación financiera. Además, un tercio de los españoles asegura estar preocupado por el

dinero que tiene para alimentación, mientras en 2016 esta cifra era del 19 %. Esta tendencia creciente se da en otros países del entorno, destacando la evolución de Alemania, que ha pasado del 8 % en 2016 al 36 % en la actualidad, la cifra más elevada de los países analizados.

Durante la presentación del informe, que ha tenido lugar este martes en el colegio público Felipe II de Madrid, la subdirectora del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, Gabriela Jorquera, ha relacionado estos datos con los efectos de la crisis provocada por la pandemia y las políticas sociales puestas en marcha.

Por su parte, el director general de Cooperación Internacional ONG, Rafael Herráiz, ha declarado que «las organizaciones del tercer sector juegan un papel fundamental a la hora de facilitar la puesta en marcha de iniciativas que involucren a administraciones públicas, empresas, fundaciones y sociedad civil con el objetivo común de reducir la pobreza en España».

Según los profesores, el número de niños que llega con hambre al colegio ha aumentado en los últimos años. En España 2 de cada 3 profesores (66 %) creen que los padres tienen problemas con el presupuesto para alimentos. Entre las razones que los llevan a pensar esto destacan la situación económica, el aumento de los precios de los alimentos y la dificultad de conseguir empleos estables.

Impacto en los menores

Como consecuencia, añade el estudio, el hambre afecta al rendimiento de los niños que experimentan cansancio, dificultad para concentrarse, bajo estado de ánimo e incluso comportamiento disruptivo en la clase, según los profesores españoles-

El director del colegio Felipe II, Juan Miguel Antoranz, señala que «los profesores están muy comprometidos con la salud y el bienestar de sus alumnos, por lo que intentan ayudar a los más vulnerables». Además, cree «que el impacto de los programas de desayuno en los colegios es muy positivo», lo que representa el sentir generalizado de los profesores.

Por otro lado, a pesar de que los españoles dan importancia al desayuno, el número de personas que no desayuna cada mañana casi se ha duplicado en España, al pasar del 4 % en 2016 al 7 % en 2023. Aunque la mayoría de ellos dicen no desayunar por no tener hambre o tiempo, un 5 % dicen que no desayunan para que otros miembros de la familia puedan hacerlo y un 3 % declaran no poder permitírselo.

En el caso de hogares con ingresos inferiores a los 15.000 euros, este porcentaje alcanza el 14% y 5% respectivamente. «Estos datos avalan la necesidad, conveniencia y beneficios de ofrecer desayunos en los colegios, como hace el programa Todos a Desayunar de Kellogg's desde 2011, con el que han desayunado unos 10.000 niños y niñas de entre 4 y 12 años, en 24 colegios de 12 ciudades españolas; superado el millón de desayunos completos servidos y mejorando así las condiciones de vida de los menores en el ámbito escolar, familiar, social y personal», añade Amparo Lobato, Kellogg Corporate Affairs Lead Iberia.