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Varias personas en riesgo de vulnerabilidad reciben ropa de invierno y zapatos

Varias personas en riesgo de vulnerabilidad reciben ropa de invierno y zapatosFoto: Europa Press / Edición: Paula Andrade

Las pruebas que desmontan el escudo social del Gobierno: más pobreza y pensiones para ayudar a los nietos

Las polémicas palabras de María Jesús Montero en las que asegura que los jubilados utilizan su paga para ayudar a sus familiares escenifican el fiasco de las políticas de Pedro Sánchez

Las medidas de Pedro Sánchez y su Gobierno para contener el alza de los precios y aminorar su impacto en las familias han fracasado. El llamado «escudo social» en tiempos de crisis no termina de hacer efecto a pesar de que desde el Ejecutivo no dejan de ahondar en sus supuestos beneficios.

Y es que los números son demoledores. Son varios los organismos y asociaciones que, lejos de lanzar las campanas al vuelo, advierten de que los datos de pobreza son preocupantes.

La primera en evidenciar esta situación ha sido la propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En un mitin socialista este fin de semana, escenificó el fiasco de las políticas de su gobierno al asegurar que las pensiones de los jubilados son las que mantienen a sus familiares. Una labor que debería corresponder al Estado pero que, según Montero, llevan a cabo los abuelos.

La también vicesecretaria general del PSOE llegó a decir que las pensiones son «el salario mejor repartido que pueden tener las familias» y que «los abuelos y las abuelas no quieren las pensiones para ellos», sino para pagar la luz del hijo o ayudar a nuestros jóvenes «para que puedan salir los fines de semana o se compren unas zapatillas de deporte».

Con esto, Montero asume que todas las medidas tomadas por el equipo de Sánchez no son suficientes y que no han tenido efecto en el ciudadano, ya que al final son los jubilados los que tienen que soportar la carga económica de muchas familias. Unas políticas que, por otro lado, están basadas en el subsidio en lugar de en fomentar las reformas de calado que terminen con esa precariedad de los jóvenes.

Y es que, a día de hoy, la inflación continúa su escalada, la eliminación del IVA en algunos alimentos no se ha notado en el bolsillo de los consumidores y, aunque Yolanda Díaz se empeñe en mostrar los datos de desempleo como buenos, la tasa de paro de 16 a 24 años sigue estando altísima y se sitúa en el 30,2 %.

La pobreza infantil cuesta 63.000 millones anuales

Este lunes se publicaba un informe del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil en colaboración con la Fundación 'la Caixa' en el que se remarcan los altos niveles de pobreza en nuestro país. En el acto de presentación, en el que ha estado presente el propio Pedro Sánchez y varios de sus ministros, se subraya el coste para la sociedad de esta terrible situación.

El 27,5 % de los menores se encuentran en situación de necesidad, que lleva aparejado costes sanitarios, educativos y laborales que suman 63.079 millones de euros al año, un 5,1 % del PIB de 2019 o 1.300 euros por persona al año, según se detalla en el estudio.

Pero además de todo esto, crecer en un hogar en situación de pobreza supone menores oportunidades de alcanzar un nivel de estudios elevado, mayor precariedad laboral, trabajos peor remunerados y mayores riesgos de padecer enfermedades físicas y mentales –como obesidad y depresión–. Una situación que el Gobierno actual, a pocos meses de completar la legislatura, no ha sido capaz de atajar.

«Pobreza sin precedentes»

Otros organismos, como la Conferencia Episcopal Española, consideran que son tiempos difíciles y que se presenta «un futuro complicado». Así lo cree José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la institución, que considera que la crisis de 2008 se intensificó con la de la covid y, posteriormente, «con el aumento de precios de productos de primera necesidad, a raíz de la guerra en Ucrania».

El arzobispo va más allá al decir que en España hay «unos niveles de pobreza muy elevados, sin precedentes». Omella ha reforzado sus pensamientos con datos: más de 92.000 personas han sido atendidas por Cáritas solo en la archidiócesis de Barcelona en 2021 y un porcentaje elevado de ellas «han tenido que cambiar de domicilio por cuestiones económicas».

Según el presidente de los obispos, «es necesario tomar conciencia de la angustia y del sufrimiento que supone no poder llegar a final de mes y no poder cubrir los gastos básicos. Por ejemplo, muchas personas no pueden alimentarse debidamente con productos nutritivos de calidad».

La renta disponible de los españoles

Otro dato más que muestra el fracaso del sanchismo es la renta disponible de los ciudadanos españoles. Esta no ha dejado de caer –encadena cuatro trimestres consecutivos de descensos – y se sitúa a la cola de la OCDE.

La renta disponible se refiere al dinero que las familias pueden destinar al consumo o al ahorro y se calcula restando al Producto Nacional Bruto (PNB) los impuestos, el ahorro y las amortizaciones de empresas y sumándole las transferencias de la Administración a las familias.

Desde el primer trimestre de 2020, la renta disponible de los españoles ha caído un 7,35 % y solo cinco países más se encuentran en situación negativa, aunque lejos de las cifras de España. Son Reino Unido (-3,9 %), Finlandia (-2,25 %), Dinamarca (-1,51 %), República Checa (-0,55 %) y Suecia (-0,18 %).

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