Ámsterdam quiere trasladar los burdeles del barrio rojo al entorno de la Agencia Europea de Medicamentos

El Ayuntamiento de Ámsterdam, capital de los Países Bajos, ha mostrado su interés en trasladar los burdeles del icónico barrio rojo, situado en pleno centro de la ciudad, a otras zonas más alejadas del mismo.

Por ello, la urbe ha reducido a tres las posibles ubicaciones para el nuevo «centro erótico» que sustituirá a su popular y turístico barrio rojo, y dos propuestas lo sitúan cerca de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Esta institución de la Unión Europea ha mostrado a Efe su rechazo a esta idea y se alía con Bruselas para garantizar un «entorno de trabajo seguro» para su personal y expertos.

La EMA abandonó Londres tras el Brexit, con Barcelona, Copenhague, Milán y Viena entre las ubicaciones preferidas, pero Ámsterdam convenció a la agencia, que trajo a su personal al distrito comercial de Zuidas, la 'Milla Financiera' de la capital, donde se construyó un edificio especial –que llegó con retraso a lo prometido– por más de 250 millones de euros.

«La seguridad y la protección fueron requisitos clave para la selección de la nueva ubicación durante el proceso de reubicación de la agencia en 2017, cuando 19 Estados miembros presentaron ofertas para albergar a la EMA y tuvieron que demostrar que cumplían con los requisitos», señaló un portavoz de la agencia.

Aseguró que la EMA se ha enterado por la prensa de los planes del municipio de construir un «centro erótico» que aleje del centro histórico de la capital las consecuencias de la prostitución: molestias, suciedad, inseguridad y ruido.

Los líderes políticos locales han estado trabajando en esta idea de poner en marcha un «centro erótico» o un «hotel de la prostitución» como alternativa al barrio rojo desde 2019.

Un edificio con 100 puestos para las prostitutas

La lista de posibles ubicaciones se ha reducido de ocho a tres: «De Groene Zoom» y el «Europaboulevard», ambas cerca del centro de convenciones RAI en el vecindario de Ámsterdam-Zuid, y la zona del Docklandsplot, en Amsterdam Noord.

El plan es construir un edificio que tenga 100 puestos disponibles para las trabajadoras sexuales, independientemente de su género u orientación sexual, y la instalación contará también con salas de descanso, y un espacio dedicado a los servicios sociales y atención médica, y a negocios de entretenimiento (erótico), restauración, educación, arte y cultura.

«Con el centro erótico damos a diversos colectivos de trabajadoras sexuales un lugar de trabajo seguro, reducimos las molestias provocadas por las aglomeraciones en el barrio rojo y reducimos la influencia de la delincuencia», explicó el municipio, que señaló que la policía ve «menos riesgo de molestias e incidentes de seguridad, problemas juveniles y tráfico de drogas» en las tres posibles ubicaciones que están hoy sobre la mesa.

Pero el portavoz de la EMA alertó de que «la propuesta se basa en diversas consideraciones, como la necesidad de reducir el hacinamiento, las molestias, el narcotráfico, la embriaguez y el desorden que se asocian a la presencia de estos establecimientos», y la agencia está ahora «extremadamente preocupada por el impacto de la decisión en su entorno» de trabajo, porque esas mismas consecuencias podrían trasladarse a su vecindario, en lugar de desaparecer.

Dos de las tres ubicaciones propuestas están cerca de las instalaciones de la EMA, en la zona del centro de convenciones RAI, y «como una organización internacional relativamente nueva en Ámsterdam, y muy afectada por estas propuestas», la agencia esta «preocupada por la falta de consulta directa sobre este asunto» porque «no recibió ninguna comunicación directa» por parte del ayuntamiento de Ámsterdam.

«El cambio de ubicación del barrio rojo está motivado por la preocupación por las molestias, el tráfico de drogas, la embriaguez y el desorden público. Es probable que ubicar el centro erótico en las proximidades del edificio de la EMA produzca los mismos impactos negativos en el área adyacente», consideró el portavoz.

La EMA cree que trasladar la prostitución a sus puertas generará «problemas de seguridad y molestias» a los más de 900 empleados que «van y vienen del trabajo» a diario, pero también a los numerosos expertos y delegados internacionales que acuden a su edificio y que necesitan hospedarse en hoteles cercanos a la agencia.

La EMA recordó de que tiene un acuerdo de sede con el Gobierno neerlandés «que define las condiciones bajo las cuales opera la EMA en Países Bajos» y obliga al Estado a «garantizar la seguridad y tranquilidad» en las inmediaciones, y subrayó que no quiere que su trabajo se vea comprometido «por temores del personal y los expertos» a acudir al edificio.

«La agencia tiene previsto actuar de enlace e intervenir, junto con la Comisión Europea, al más alto nivel político y diplomático apropiado para garantizar un entorno de trabajo seguro para su personal y para los expertos de los Estados miembros», dijo el portavoz.

Ámsterdam espera tomar una decisión sobre la ubicación final en otoño.