Qué es la gripe B y en qué se diferencia de la gripe A

En el invierno hay tantos virus que resulta imposible diferenciarlos solo por los síntomas. Este año, aunque el coronavirus se ha llevado la medalla –un año más–, también han incrementado los índices del virus sincitial, la gripe común, la gripe A y ahora la gripe B, un virus desconocido, pero con gran impacto en nuestra sociedad.

Según el último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA) con datos de Atención Primaria y Hospitales, desde finales del mes de enero se está produciendo un repunte de la gripe por un aumento del tipo B, que afecta principalmente a menores de 15 años, sin que ello haya producido un aumento de las hospitalizaciones.

La incidencia de gripe se ha multiplicado por cinco en Europa este invierno. Según los datos del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), desde el año 2001 los linajes de la gripe B (Victoria y Yamagata) circulan por todos los países del mundo.

Aunque el virus de la gripe B es menos agresivo que el de la A, tiene un porcentaje significativo de incidencia general, sobre todo entre los más jóvenes, pero, ¿cómo se diferencia un virus de otro? La verdad, según los expertos, es que hace falta un test serológico o de antígenos para saberlo. No obstante, tienen una diferencia.

La gripe B es menos peligrosa y grave que la de tipo A aunque igual de contagiosa. Por lo general, una persona que contrae el virus suele tener una sintomatología de aproximadamente dos semanas de duración.

Para evitar esta enfermedad, y cualquier otra, es necesario cumplir una serie de normas. En primer lugar, lavarse las manos con frecuencia. Además, los médicos recomiendan tomar vitamina C y no compartir alimentos y bebidas.