Las novedades de la ley de bienestar animal: los dueños ya no tendrán que hacer un curso pero los perros sí

La ley de bienestar animal continúa su tramitación parlamentaria. La norma fue aprobada el pasado miércoles en el Senado, sorteando los cuatro vetos presentados por PP, PNV, UPN y Vox –los dos primeros, por tan solo un voto de diferencia–. Ahora, deberá volver este jueves al Congreso de los Diputados para su ratificación definitiva.

Desde sus primeras andaduras, el texto ha sufrido diferentes cambios. Los últimos se han producido precisamente en la Cámara Alta, donde varias enmiendas han salido adelante, motivo por el cual la norma debe volver al Congreso. Algunos de los cambios introducidos con respecto al proyecto de ley anterior son los siguientes:

Reforma del Código Penal

Junto al nuevo texto se tramita también el proyecto de ley de reforma del Código Penal sobre maltrato animal, que recibió dos propuestas de veto y 76 enmiendas. De ellas, una decena ha prosperado, entre las que se encuentra una de Izquierda Confederal que plantea que el futuro de los animales decomisados sea resuelto atendiendo a su protección y bienestar con la finalidad de evitar situaciones «indeseadas», como la devolución del animal maltratado al maltratador tras el período de inhabilitación.

De esta forma, se incluyen las recomendaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Consejo Fiscal, que abogaban por la protección y el bienestar como criterio para decidir sobre el destino de un animal maltratado.

Test para dueños

La norma recoge la obligatoriedad de que los perros tengan que superar un cursillo, que será el que muestre cómo se comportan en sociedad y defina si se consideran o no como perros potencialmente peligrosos (PPP). Sin embargo, en el texto se especifica que los dueños deberán someterse también a ese test, algo que ha desaparecido a su paso por la Cámara Alta.

A petición de Compromís, tampoco aparece ya en el proyecto de ley el hecho de que los dueños de perros deben realizar junto a estos este test para valorar su aptitud para desenvolverse en el ámbito social, por lo que solo será necesario que lo realicen los animales.

Los mendigos podrán tener animales

Otra de las enmiendas que ha prosperado ha sido la propuesta por Junts per Catalunya y Más Madrid para excluir a los mendigos de la prohibición de tener animales. Con ello, se busca evitar que, dentro de esa prohibición de usar a los animales como reclamo de forma ambulante, se ponga el foco en las personas que viven en una extrema vulnerabilidad y que derive en multas a las personas sin hogar que viven con sus animales de compañía.

Según los impulsores del cambio, con ello se evita la estigmatización de las personas sin hogar que cuidan de sus mascotas, dejando por contra la puerta abierta a que algunas personas se puedan aprovechar de los animales para pedir limosna en la calle.

Gatos callejeros y otras obligaciones

Un punto espinoso del texto era el tratamiento de las colonias de gatos callejeros. El texto decía que los gatos sin hogar deberán ser esterilizados con el fin de «reducir progresivamente su población mientras se controla el aporte de nuevos individuos con la esterilización obligatoria de los gatos con hogar». Sin embargo, la enmienda de Junts elimina la obligación de esterilizar a los gatos callejeros e identificarlos mediante microchip.

Asimismo, se incluye una nueva obligación, y es que los ciudadanos deberán notificar a las autoridades competentes la posesión de determinados animales como artrópodos, peces o anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave. De igual forma, se deberá comunicar la tenencia de reptiles venenosos o de cualquier reptil adulto que pese más de dos kilos, primates o mamíferos silvestres adultos de más de cinco kilos.