Fundado en 1910

La detección precoz del cáncer de colon consigue la supervivencia del paciente en el 90 % de los casos

Estas son las posibles causas de los casos de cáncer de colon y recto en los jóvenes

El cáncer colorrectal fue el tumor más frecuente diagnosticado en España en el año 2022 en ambos sexos

El cáncer colorrectal es uno de los más diagnosticados en España. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), estima que se detectarán más de 42.500 casos este año en nuestro país. Esta enfermedad, que predomina en personas mayores, se presenta en pacientes que tienen más de 50 años. Sin embargo, también puede aparecer en personas más jóvenes, siendo su incidencia superior en hombres que en mujeres.

El cáncer colorrectal fue el tumor más frecuente diagnosticado en España en el año 2022 en ambos sexos (43.370 nuevos casos), siendo el segundo en varones después de próstata con 26.862 nuevos casos y el segundo en mujeres después de mama con 16.508 casos.

En relación a la mortalidad, este tipo de enfermedad fue la segunda responsable de mayor número de muertes en ambos sexos (11.131 muertes por cáncer de colon). Entre los varones, los responsables del mayor número de fallecimientos fueron el cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal. En mujeres, ocupa el tercer lugar después del cáncer de mama y pulmón.

La razón de su aparición sigue siendo un misterio, pero la mortalidad de cáncer de colon parece que cambia de forma más rápida que en otros tumores debido a los cambios en el estilo de vida y en la dieta. Entre los factores de riesgos para desarrollar carcinoma colorrectal, se incluye el alcohol, el tabaco, la obesidad, el sedentarismo y el seguir una dieta no saludable.

Cada vez más jóvenes lo padecen

Con el fin de descubrir el aumento de esta tendencia en jovenes los investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown (Estados Unidos) han estudiado el microbioma de personas con cáncer colorrectal y han descubierto que la composición de bacterias, hongos y virus en el tumor de una persona variaba significativamente en función de si se le había diagnosticado la enfermedad en una edad temprana (45 años o menos) o tardía (65 años o más).

Estos resultados, que se presentarán en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica 2023 en junio, podrían ayudar a responder al enigma de por qué cada vez más jóvenes desarrollan cáncer colorrectal, sobre todo aquellos que no tienen factores de riesgo identificables para la enfermedad.

Las tasas de incidencia del cáncer colorrectal llevan varias décadas disminuyendo en las personas mayores de 55 años, en parte debido al mayor uso del cribado de la enfermedad, sobre todo con la colonoscopia, que puede detectar y extirpar pólipos antes de que se vuelvan cancerosos.

Pero casi el doble de adultos jóvenes menores de 55 años están siendo diagnosticados de cáncer colorrectal en comparación con hace una década, con un aumento de la tasa de incidencia que pasa del 11 % en 1995 al 20 % en 2020.

Las personas más jóvenes con cáncer colorrectal tienen cánceres «biológicamente más agresivos» y cualquier beneficio de supervivencia que tengan por ser más jóvenes se ve «superado por la biología tumoral más agresiva». También han descubierto que, en su mayor parte, la genética «no explica el reciente aumento de la enfermedad de aparición temprana», afirma el doctor Benjamin Adam Weinberg, profesor asociado de medicina en Georgetown Lombardi.

Tenemos billones de bacterias que residen en nuestro cuerpo, incluido el intestino. Algunas de ellas están implicadas en el desarrollo del cáncer colorrectal, de ahí que pensemos que el microbioma puede ser un factor importante en el desarrollo de la enfermedad, ya que interviene en la interacción entre la genética, el medio ambiente, la dieta y el sistema inmunitario de una persona.

Los científicos saben desde hace tiempo que ciertos microbios pueden alterar el revestimiento del colon y favorecer la inflamación de los tejidos. Esto puede dar lugar a mutaciones en el ADN de las células del colon y provocar cáncer. Los investigadores también saben que un tipo de bacteria, Fusobacterium nucleatum (F. nuc), puede favorecer el crecimiento canceroso al suprimir las respuestas inmunitarias en el colon.

Para comprender mejor el papel del microbioma y cómo varía su influencia en función de la edad de aparición del cáncer colorrectal, Weinberg y sus colegas analizaron el ADN y el microbioma de tumores de 36 pacientes con cáncer colorrectal diagnosticados antes de los 45 años, así como muestras de 27 personas diagnosticadas después de los 65 años.

En total, los investigadores detectaron 917 especies únicas de bacterias y hongos en los tumores. Una de las bacterias más comunes fue F. nuc, que aparecía por igual en el 30 % de los tumores tempranos y tardíos. Se observaron diferencias en Cladosporium sp., que se encontró más comúnmente en la enfermedad de aparición temprana, mientras que Pseudomonas luteola, Ralstonia sp. y Moraxella osloensis se observaron más comúnmente en la enfermedad de aparición tardía.

En cuanto a la composición, Clostridium perfringens, Escherichia coli, Leptotrichia hofstadii, Mycosphaerella sp., Neodevriesia modesta, Penicillium sp. y Leptosphaeria sp. constituían cada uno el 11 % del microbioma en las personas con enfermedad de aparición tardía, pero estos organismos no se encontraban en absoluto en las personas con enfermedad de aparición temprana.

Weinberg afirma que, con los datos actuales y los esfuerzos futuros por recoger más muestras, prevén ampliar sus investigaciones para seguir explorando la relación entre el microbioma y otros factores que contribuyen al cáncer colorrectal.

Dado que disponemos de datos genéticos tumorales y de los resultados del cuestionario dietético de muchos de nuestros pacientes, esperamos explorar en el futuro más relaciones y otros aspectos de la influencia del microbioma en la progresión del cáncer colorrectal, asegura Weinberg. También están muy pendientes del microbioma circulante, como las bacterias que «podrían recogerse en una muestra de sangre», y cómo se correlaciona con las bacterias del intestino y del tumor.