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El gobernador de Texas, Greg AbbottWikimedia Commons

Texas aprueba una ley que prohíbe los fármacos y cirugías trans a los niños mientras en España se permite

La política de Irene Montero está haciendo lo contrario, ya que permite la hormonación y las operaciones los menores de edad

Texas, además de luchar por la vida de los no nacidos, trata de mantener lo biológicamente natural y apostar por la realidad del ser humano. Greg Abbott, además de ser el primer gobernador que prohibió el aborto y conseguir una reducción del 99 %, ha prohibido los bloqueadores de la pubertad, las hormonas sexuales cruzadas y las cirugías para niños con confusión de género.

El republicano firmó el pasado viernes un proyecto de ley que prohíbe la mutilación infantil mediante los llamados fármacos y procedimientos de «cambio de sexo». Mientras esto ocurre en varios estados de EE.UU., en España, gracias a la ley de Irene Montero, los tratamientos hormonales y quirúrgicos para las personas trans se han incorporado a la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y a la cartera de servicios complementaria de algunas comunidades autónomas.

La firma de la nueva ley se produce semanas después de que el Senado estatal aprobara el proyecto por 19 votos a favor y 12 en contra. Esta novedosa norma prohibirá el uso de bloqueadores de la pubertad, hormonas sexuales cruzadas y las cirugías de «reasignación de género». Con esta normativa, los menores que estén siguiendo alguno de estos procedimientos «prohibidos», podrán abandonar sus tratamientos siempre y cuando sigan las recomendaciones del médico para minimizar el riesgo de complicaciones.

La ley también prohíbe la financiación o el reembolso por parte del Gobierno de los denominados «cambios de sexo» de menores. La norma entrará en vigor el 1 de septiembre de 2023.

Esta medida es el último esfuerzo del Gobierno del estado por rechazar la agenda LGTBI y salvaguardar la salud de los niños, que son los más vulnerables, y a la familia tradicional para así «defender la verdad».

España sigue una política contraria

Lo contrario ocurre con la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, impuesta por Igualdad que según el artículo 19 del BOE se prohíben todas las prácticas de modificación genital en personas menores de doce años, salvo en los casos en que las indicaciones médicas exijan lo contrario en «aras de proteger la salud de la persona».

La situación cambia en el caso de personas menores entre doce y dieciséis años, ya que solo se permitirán dichas prácticas a solicitud de la persona menor, siempre que, por su edad y madurez, pueda consentir «de manera informada a la realización de dichas prácticas».

Además, según el artículo 58, dirigido a la formación del personal sanitario, investigación y seguimiento, se está llevando a cabo una formación suficiente, continuada y actualizada del personal sanitario, para que tenga en cuenta las necesidades específicas de las personas trans, prestando especial atención a los problemas de salud asociados a las prácticas quirúrgicas a las que se someten, tratamientos hormonales y su salud sexual y reproductiva.

Además, según apunta el tercer punto del artículo, se han establecido indicadores que permiten realizar un seguimiento sobre los tratamientos, terapias e intervenciones a las personas trans, así como procedimientos de evaluación de la calidad asistencial durante todo el proceso de atención.

Cada género en su categoría deportiva

En abril, los legisladores también aprobaron la prohibición de que los hombres compitan contra las mujeres en eventos atléticos.

En España, una vez más, pasa lo contrario. Irene Aguiar, la abogada especialista en Derecho Deportivo, ha denunciado en varias ocasiones que «ya no se pueden defender las categorías deportivas». Y es que gracias a la política de la ministra Montero permite que las mujeres trans (biológicamente hombres) participen en la misma categoría que las que han nacido mujer.