Expertos desaconsejan calzar a los bebés menores de un año: «Puede provocar lesiones óseas»

Es común pasear por la calle y ver a los bebés de menos de un año con zapatos en el carro. Estéticamente, quedan muy bien, pero no ocurre lo mismo si evaluamos la salud del menor. Los pies de un niño están en constante desarrollo, por ello, la elección del calzado es primordial.

Este debate se ha abierto después de que apareciese por redes sociales la radiografía de un paciente pediátrico de 10 meses evidenciando la trascendencia de evitar calzar a los bebés de manera prematura, ya que posee visibles lesiones óseas y huesos que aún no se han formado.

La podóloga Neus Moya ha explicado en el programa Ya es mediodía por qué los bebés no deben utilizar calzado hasta que comiencen a caminar. Que según ha adelantado, es cuando dan más de diez pasos seguidos.

Los bebés que no caminan no deben llevar ningún calzado para evitar cualquier compresión externa, ha asegurado. Como mucho, los padres deberían ponerle unos calcetines o unos patucos.

En este sentido, la doctora ha explicado qué ocurre cuando los bebés se quitan las dos prendas anteriores: «Hasta los nueve meses el bebé tiene más sensibilidad en los pies que en las manos», por lo que al calzarles se les quita ese contacto con el mundo que les ayuda a su formación. Esto, ha asegurado podría ser la explicación de que «muchos bebés intenten descalzarse todo el tiempo».

Si le ponemos un calzado inadecuado cuando está comenzando a caminar, «también podemos alterar su morfología», ha apuntado. Cuando un calzado tiene una suela gruesa y rígida, el menor no siente el contacto con el suelo y esto podría influir en su desarrollo.

Cuando un bebé se pone en el suelo lo que hace es tocar diferentes texturas, esto es un trabajo de equilibrio y prepercepción. Por eso, cuantas más texturas toca y más descalzo va «más se trabaja el equilibrio». En cambio, cuando se pone una suela «estamos aislando todos los estímulos».